La experimentada nadadora mexicana Elizabeth Hernández Puga es el ejemplo perfecto de que una mentalidad fuerte es capaz de romper límites y lograr lo que se proponga. El miedo que sintió al nadar por primera vez a una temperatura menor a cinco grados no fue obstáculo para ganar cinco medallas en la Copa Mundial de Natación de Invierno que se llevó a cabo en Argentina.
La nadadora de 55 años de edad se preparó desde marzo de este año para competir en las heladas aguas del Glaciar Perito Moreno en la provincia de Santa Cruz. Reconoce lo complicado que fue sumergirse a temperaturas tan bajas, pero dejó en claro que la mente hace la diferencia en esta clase de retos, e incluso admitió que más que pensar en subirse al podio lo hizo porque quería demostrarse a sí misma que era capaz de terminar las pruebas.
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“Tuve miedo. Como en todos estos eventos, siempre lo he comentado, lo más importante sí es la mente. Si te soy sincera, no llevaba expectativas de ganar, porque lo único que quería era probarme emocionalmente que lo podía hacer, aguantar cada una de las pruebas. Sí fue sorpresa para mí sacar cuatro segundos lugares, un tercero y un cuarto y en la que terminé cuarta fue en la más rápida, la de 50 libres, porque me cuesta trabajo, pero lo nadé muy contenta”, comentó Elizabeth Hernández en exclusiva con La Razón.

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La nadadora ganó medalla de plata en las pruebas de 200 metros libres, 500 m libres, 50 m pecho y final de 50 pecho, además de que obtuvo el tercer lugar en 100 m pecho, quedando a un paso del podio en la de 50 m libres, donde culminó cuarta, todo ello en la categoría de 55-59 años.

“Sí me lancé en todas las pruebas a acabar, creo que lo logré bien y estoy feliz con los resultados. Representar a México, al Club Asturiano, del cual he sido nadadora toda la vida, es increíble, porque en competencia nunca lo había hecho y eso me llena mucho de satisfacción”, resaltó acerca de su sentimiento de haber representado de gran manera al país y al Club Asturiano, donde siempre ha entrenado.
Elizabeth Hernández hizo énfasis en el apoyo que le brindó la también nadadora Arleen González, quien en marzo pasado la invitó a ella y a otros nadadores a entrenar en su casa, en una alberca de cinco metros de largo a la que le ponía hielo.

“Es la primera vez que compito en el ice swimming y estoy feliz, encantada, me gustó muchísimo. Fue muy valioso el apoyo de Arleen González para poder hacer cuatro inmersiones más antes de irme. Fui a una alberca en Satélite a 18 grados, iba una vez a la semana y me ayudó, porque la del Asturiano está a 28 grados”, enfatizó la originaria de la CDMX, quien lo más bajo que había nadado fueron entre 17 y 14 grados en 1992, cuando fue la primera mexicana en cruzar el Canal de la Mancha.
La veterana nadadora quedó tan satisfecha con la experiencia vivida en Argentina que su próximo objetivo es competir en alguna de las otras fechas de la Copa Mundial de Natación de Invierno, que en los primeros tres meses del 2026 tendrá como sedes Marruecos, Polonia, Finlandia y Suecia.

“Después del nacional (en octubre próximo), si consiguiera el patrocinio, me encantaría ir a otra competencia del circuito mundial a principios del año próximo”, aseguró con emoción Elizabeth Hernández.


