Zazá

LA CANCIÓN #6

Zazá
Zazá Foto: Cortesía del autor

Su historia es como una novela musicalizada por puro grupo clásico de garage y punk. Una especie de High Fidelity de Nick Hornby, pero además dediscos, amores y canciones, acá vuelan pizzas. El Alex, un respetable ejecutivo del Banco Más Grande del Mundo, casado con una amiga de la prepa que se convirtió en modelo y con futuro tranquilo, despertó un día de 2005 y se dijo: pero qué carajo estoy haciendo con mi vida… Así que renunció a su prometedora carrera financiera y abrió un local en Pacheca 1, Chundesa: el Zazá. Le costó el matrimonio, a cambio obtuvo la libertad incondicional y gracias a ella creó su grupo los Honey Rockets con los que sigue tocando el bajo. Por azares del ritmo me tocó estar ahí cuando empezó a girar como un 45 y este 2025 celebra 20 años de pizzas, cervezas y rock.

Al principio las pizzas no la armaban, la verdad. Íbamos porque la cerveza y la música eran buenísimas. Y porque desde entonces se forjó como un lugar de amigos. El díler de la cerveza entonces era el Gus González, hacedor de las Cosaco claras y oscuras a quien le debo una porque me salvó de una operación de espalda. Aparecía en mitad de la noche con más barriles porque volaban y tampoco había espacio para almacenarlos. La música siempre estuvo a cargo de Alex y luego del diseñador de Zazá, Lalo Sánchez. Con él llegaron las tornamesas, los discos y las noches de diyei con sus vinilos de todos los estilos, tamaños y épocas. Sólo ahí se puede escuchar esa clase de música.

LAS PIZZAS, MIENTRAS TANTO, cobraron fama internacional cuando apareció el chef Lalo Loyola. Con él también llegaron los cambios, se derribaron los muros y la fachada, todo el Zazá es un espacio abierto a la calle: la cocina, el horno de piedra, la barra, las mesas de madera, la cantina y los controles para colgar al diyei. También metió nuevas recetas, pastas y papas al horno, unas hamburguesas fenomenales y una amplia variedad de cervezas y mezcales, además de la Cosaco. Pero la pizza siguió siendo la reina y sus creaciones obtuvieron el reconocimiento a La Mejor Pizza de la Ciudad de México hace unos años.

Durante dos décadas, además de pizzería y cervecería, Zazá ha sido foro de música en vivo, cabina de Radio Nopal, catering de grupos de rock en temporada de festivales y en breve presentaremos libros. Por todo eso atrae a periodistas, músicos, escritores y artistas de toda calaña. En dos décadas Zazá ha pasado por gobiernos que se ostentan de izquierda y derecha, crisis más o menos permanente, dos que tres terremotos, la pandemia, las consabidas extorsiones, el acoso de autoridades, el reguetón y el cambio climático. Pero sus pizzas y sus discos no pierden la redondez y como suelen revirar ante la negatividad, lo que más ha pasado por aquí son clientes, mascotas, pizzas, cervezas, discos y un chingo de amigos. Está hecho a mano para eso, para cultivar las relaciones humanas. Y también para mitigar el bajón, aunque llegas neumático por una pizza y sales más hidráulico que un barril de Cosaco, Roberto Pliego dixit. Por eso afirman que “cerveza y malas decisiones son dos cosas que no me canso de tomar”. Salud por los 20.

TE RECOMENDAMOS:
Anthony Bourdain y Kurt Cobain.