Diversa Cultura

Diversa Cultural
Diversa Cultural Foto: Geografiainfinita, Irish Museums Association, IA, SamuraiNanashi

TRAMA E HISTORIA

No hay peor error que confundir trama e historia. La trama es un viaje lineal dentro de una historia: sólo pretende pasar por determinados puntos de la historia y hacer visible sólo una parte de ella. Es como una línea de ferrocarril que cruza un continente. Quien viaje en esa línea no podrá decir que ha visto todo el continente, pero sí que lo ha habitado, visto, intuido. Y sabe que lo puede hacer.

En una versión más sofisticada, que es el sello distintivo de las narraciones más elevadas, la trama puede disponerse no sólo como una escaleta de acontecimientos, sino simultáneamente como una secuencia de formas, consistencias, tonos, ritmos. Al disponer en línea no tanto hechos como ambientes, cada uno de ellos con su propia forma y consistencia, recupera algo de la naturaleza originaria de la historia, que es espacio y no línea. Cuando esto ocurre −circunstancia harto infrecuente−, resulta válida una semejanza que puede sernos útil para la comprensión: del mismo modo que los mapas geográficos, aunque limitados por el veredicto matemático que decreta que es imposible reproducir exactamente una superficie esférica sobre una superficie plana, consiguen dibujar el mundo con figuras que no son una lista del mundo, sino una representación real del mismo, por muy imprecisa que resulte, así la trama, en su versión más sofisticada, consigue plasmar la complejidad esférica de las historias en la superficie plana de la narración, recuperando aunque sea de forma imprecisa, la naturaleza del ambiente, del espacio, del mundo.

En el mejor de los casos, las tramas son proyecciones geográficas. Mapas de historias.

TE RECOMENDAMOS:
Rafael Pérez Gay

Alessandro Baricco, La vía de la narración, trad. Xavier González Rovira, Anagrama, 2023.

Trama e historia
Trama e historia ı Foto: Geografiainfinita

EJECUCIÓN DIVINA

Hizo amistad Miguel Ángel con Francesco Granacci, el cual, aunque joven, se había colocado en el taller de Domenico del Ghirlandaio para aprender el arte de la pintura. Y como Granacci amaba a Miguel Ángel y lo veía muy apto para el dibujo, todos los días le prestaba dibujos de Ghirlandaio que, a la sazón, era considerado, no sólo en Florencia sino en toda Italia, como uno de los mejores maestros existentes.

[…] Tenía catorce años Miguel Ángel cuando se inició en el arte con Domenico. Crecían su talento y su personalidad de tal modo, que Domenico se asombraba viéndole hacer cosas superiores a lo que podía esperarse de un joven, pues le parecía que no sólo superaba a los demás discípulos, de los cuales tenía gran número, sino que muchas veces igualaba las cosas que Domenico mismo hacía como maestro. Ocurrió que uno de los jóvenes que estudiaba con Domenico copió a pluma algunas mujeres vestidas, que figuraban en obras de Ghirlandaio. Miguel Ángel tomó el dibujo y con una pluma más gruesa corrigió el contorno de una de esas figuras, haciéndola tal como hubiera debido ser para tener perfección. Es maravilloso ver la diferencia de los dos estilos, y la excelencia y el juicio de un jovencito tan animoso y audaz, que se atrevía a corregir las cosas de su maestro. Esa hoja está hoy en mi poder, conservada como una reliquia: la recibí de Granacci para ponerla en mi Libro de dibujos, con otros que me dio Miguel Ángel. Y en el año 1550, estando en Roma, Giorgio [Vasari] la mostró a Miguel Ángel, quien reconoció el dibujo y tuvo el placer en volver a verlo, pero dijo por modestia que más sabía de su arte cuando era niño que entonces, siendo viejo.

Giorgio Vasari, Vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos, trad. Julio E. Payró, Grolier-Editorial Cumbre, 1979.

UNA ESPECIE EN EXTINCIÓN

Las bibliotecas salvan el mundo, y mucho, pero fuera del modo narrativo de heroísmo: mediante la acción contemplativa, de forma anónima y colectiva. Para mí, la biblioteca pública es el modelo ideal de sociedad, el mejor espacio compartido posible, una comunidad de consentimiento, un colectivo anarcosindicalista donde cada persona persigue su propio objetivo (educación, entretenimiento, afecto, descanso) respetando a los demás a través del mejor medio posible para la transmisión de ideas, sentimientos y conocimiento: el libro.

Dentro de toda biblioteca hay una puerta que se abre a cualquier otra biblioteca en el tiempo y el espacio: esa puerta es el libro. La biblioteca es lo que Michel Foucault llamó una “heterotopía”, un lugar ideal aunque real e históricamente delimitado que nos permite adentrarnos en un tiempo ritual (como el cine y el jardín). Es un lugar de posibilidades y conexión (y de posibilidades en la conexión).

Sophie Mayer en Ali Smith, Biblioteca pública y otros cuentos, trad. Magdalena Palmer, Nórdica Libros, 2024.

Imagen ilustrativa de una biblioteca
Imagen ilustrativa de una biblioteca ı Foto: Irish Museums Association

LOS LABERINTOS, SÍMBOLOS DEL ALMA

Todos los pueblos, a pesar de sus diferentes formas de vida, han recurrido al símbolo del laberinto, pues éste apela a experiencias comunes y posee un significado subconsciente al que no obstan razas ni culturas. Esto ha quedado demostrado por el empleo del mismo símbolo básico en múltiples formas a lo largo de los siglos: ritos de fertilidad, ritos funerarios, complemento religioso, trazado de jardinería, en juegos y rompecabezas, y como diseño decorativo de diversas obras artesanales.

La palabra “laberinto”, de origen griego, alude al mito del correspondiente a Creta, construido por Dédalo por encargo del rey Minos para encerrar al monstruoso Minotauro. No se ha encontrado localización exacta de este laberinto, aun cuando se piensa que pudo estar trazado en las cuevas cretenses de Gortyna.

Los laberintos simbólicos más antiguos suelen adoptar la forma de piedras talladas cuya datación resulta difícil. También se ha encontrado el símbolo del laberinto en tejas, vasijas, tablillas, monedas y sellos, e incluso en diseños de mosaicos.

[…] Es posible que los laberintos fueran mapas del más allá, para que el alma en tránsito supiera qué camino seguir. En tal caso, serían símbolos de la muerte, pero igual podrían haber simbolizado la reencarnación, pues si el alma es capaz de llegar al centro del laberinto, puede también volver a la salida y renacer.

Atlas de lo extraordinario: Lugares misteriosos, varios autores, trad. Juan Manuel Ibeas, vol. 1, Editorial Debate, 1993.

Laberinto generado en IA
Laberinto generado en IA ı Foto: IA

POR QUÉ SE ESCRIBE: UNA HIPÓTESIS

[Existe] una forma de responder al porqué se escribe. Yo la llamo hipótesis “del Toro de Falaris”. Recuerden ustedes la antigua leyenda. El tirano Falaris, en el pueblo de Acragas, en el sur de Sicilia, usaba como instrumento de tortura una gran estatua de bronce hueca en forma de toro, con una puerta a un costado. Ordenaba meter a sus víctimas adentro de la estatua y prendía fuego debajo de ella. La estatua se calentaba, las víctimas aullaban de dolor; pero sus alaridos resonaban en el bronce y, por obra de un sistema de tubos en las narices del toro, los gritos salían transformados en notas melifluas que deleitaban al tirano. Otro tanto sucede al escribir. Si el que escribe lo hace bien, sus conflictos, sus congojas, sus dolores se transforman en bellas palabras para solaz propio y delectación de quien las lee o las oye. Creo que mi hipótesis del Toro de Falaris se aplica sobre todo a los poetas. Porque de ellos se dice que mientras más sufren, mejor cantan.

Francisco González Crussí, “Discurso. Del cuerpo imponderable”, Material de lectura, núm. 9, selección y nota introductoria Brenda Ríos, UNAM, 2022.

DESFILE DE YŌKAI

El kanji algunas veces tiene el sentido de “desfilar”, aunque normalmente significa “ir”; hyakki yakō se puede traducir como “cientos de monstruos / yōkai desfilan por la noche.” En la era Heian (794-1185) se creía que, si por la noche te encontrabas con este espeluznante desfile, perderías la vida. Hay varios cuentos antiguos japoneses en los que aparece esta terrorífica comitiva.

Hoy en día esta expresión se utiliza como metáfora de que muchas personas sospechosas o malvadas se unen (vagan) y a obran a su gusto, por ejemplo, un grupo criminal o una organización delictiva. También puede hacer referencia a altos cargos de una empresa o a políticos que persiguen sus intereses delinquiendo.

Takeshi Hirano y Mitsuru Nagata, Kanjiru. La magia de los kanji, Satori, 2024.

Desfile de YŌKAI
Desfile de YŌKAI ı Foto: SamuraiNanashi
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