En el mundo existen dos museos de Los Ramones: el 19:77 en Berlín y la Casa Club Ramones que se encuentra en el Estado de México. El domingo 18, la Casa Club cumplió 12 años de rockear en el corazón de Ecatepec, lo que propició una plática con su constructor y fundador, el punk Alex “Roca” Garrido, sin duda el seguidor y conocedor más picudo del grupo en tierras aztecas, acá donde el cuarteto tocó en 1996 y 1997.
Todo empezó en su puesto del Tianguis afuera del Museo del Chopo en los 80, donde Alex organizó “la primera exposición de la contracultura del punk”. Desde entonces imaginó un espacio permanente para difundirla y su idea cobró forma cierto sábado de fin de siglo, cuando llegó a su puesto del Chopo en Buenavista el artista gráfico mexicano Arturo Vega, director de arte de Los Ramones, creador de su célebre logotipo, mánager, iluminador de sus conciertos y responsable de las playeras con las que se mantenían en las giras. Juntos montaron una exposición del cuarteto en el tianguis, ahí nació una profunda amistad entre ambos y se dio el chispazo de ignición.
“PURO HAZLO TÚ MISMO”, en 2013 Alex abrió la Casa Club Ramones en la Calle Morelos, Manzana 2, Lote 27, Colonia Piedra Grande, en Ecatepunk. En cuanto tuvo la oportunidad, meses antes de morir por un infarto, “Arturo Vega vino para donar y montar playeras autografiadas, discos, carteles y libros con la idea de cobrar la entrada”. Pero Alex se ha negado a cobrar porque mantiene intacto el espíritu contracultural que le dio origen. A partir de entonces, entre la banda y los amigos, la memorabilia se ha enriquecido por amor al punk y a Los Ramones.
A la Casa Club han peregrinado miles de fans que van firmando el libro de visitantes: grupos mexicanos que se deben a Los Ramones (Yaps, Xenofobia, Garrobos), Argentina y Colombia, punks de todas latitudes, personajes tan disímbolos como políticos en campaña que juran ser rockeros y punketos de altos vuelos como Ritchie Ramone, el tercer baterista del cuarteto que tocó en discazos como Too Tough To Die, Animal Boy, Halfway to Sanity y Smash You: Live ’85. Autor de “Somebody Put Something In My Drink”, Ritchie se aventó un palomazo, tocó la batería, cantó y “se le salieron las lágrimas de la emoción”.
Contrario a lo que podría pensarse, La Casa Club Ramones es apreciada por los vecinos de la zona porque el primer principio de Alex es el respeto, “cero broncas, nadie chupa ni orina en la calle”, afirma con toda tranquilidad. Y contra cualquier pronóstico, cada año celebran con una gran tocada. La Casa Club sólo abre los martes y domingos de 3:00 a 8:00 p.m., así fue como el domingo 18 se organizó el toquín con una docena de grupos en acción, como Maskafe, Hospital X, Yaps, Ramona Power, Sin Solución, Ultraviolentas y Traidores, entre otros. A la casa entra el que quiera “en buen plan, alivianado”, la veneración que se le tiene al acervo y
a lo que representa es más que sagrada: tres acordes, actitud y cuatro chamarras de piel con una sobredosis de genialidad. Hey Ho, Let’s Go!

