Boiled Angels

El corrido del eterno retorno

Boiled Angels
Boiled AngelsFuente: filmow.com
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En 1994 el dibujante de cómics Mike Diana fue llevado a juicio por obscenidad y condenado a prisión. La historia completa está ahora al descubierto en el documental Boiled Angels: The Trial of Mike Diana (2019, disponible en Amazon).

Su historia parece sacada de una novela negra. Mike era un adolescente de Florida que se dedicaba a elaborar un fanzine con sus dibujos. Lo distribuía él mismo, de mano en mano y a través del correo postal. El contenido de Boiled Angel era altamente escandaloso (antes del inicio del documental aparece una advertencia: “el arte sin censura mostrado en este filme puede resultar provocativo, insultante, impactante, ofensivo y confrontativo. Si te perturban las descripciones gráficas de sexo y violencia, deja de mirar este filme”). Un fiscal tuvo la brillante idea de relacionar el contenido del fanzine con los asesinatos de Greenville. Y fue así como inició la cacería contra Diana. Lo que devendría en un juicio que como resultado le prohibía volver a dibujar dentro de todo el estado de Florida. La fiscalía desestimó que estuviera implicado en los crímenes, pero sí movilizó a las organizaciones religiosas que presionaron para que Diana fuera condenado.

Unos cinco años atrás el documental hubiera resultado interesante, pero no cobraría la misma relevancia que hoy en día. Su caso vuelve a poner en la mesa la discusión de qué es arte y qué no lo es. Y a la luz de una nueva moral, para la que todo lo que no es un modelo de virtud debe ser sancionado, que comienza a apoderarse de la masa, Diana podría ser calificado como una especie de anticristo. Sin embargo, su arte contrasta de manera dramática con su persona. Durante su adolescencia Mike era un chico rubio de rostro angelical y actitud pasiva. Durante el juicio jamás perdió los estribos. Y uno pensaría que sólo existen dos razones para no reaccionar en contra de todas las agresiones de las que fue objeto: o es un psicópata o es un artista.

Lo que Mike llevó a los juzgados es insólito porque no ocurría desde hace décadas. Y el parámetro para determinar si su arte podría ser considerado como tal fue el caso por obscenidad contra Henry Miller por la publicación de Trópico de Cáncer. No se menciona en el documental, pero es casi seguro que el caso de Miller fue también el modelo para juzgar los juicios por obscenidad contra Aullido y contra El almuerzo desnudo. Resulta increíble que Ginsberg y Burroughs hayan salido indemnes y el joven Diana no.

Gracias a la contracultura Mike pudo diseñar Boiled Angel durante los noventa

El documental muestra el antecedente de otro juicio en contra de cómics: en 1954 se pretendía establecer desde la corte que las historietas convertían a los niños en delincuentes. Gilliam Ganes, editor de EC, defendió la libertad de consumir cómics. Lo que no evitó una quema de historietas en varias ciudades de Estados Unidos. Lo cual puede parecer una exageración, pero si quemaron discos de los Beatles con canciones tan inocentes como “Love Me Do” cualquier cosa puede pasar.

Pese a las buenas conciencias, el mundo de la historieta underground se mantuvo en activo en Estados Unidos. Y gracias a la contracultura y estas corrientes marginales Mike pudo diseñar Boiled Angel durante la década de los noventa. Pero su visión personal sobre el masoquismo incomodó al sector puritano de la comunidad. En el documental aparecen varias voces autorizadas, como el dibujante Peter Kuper, quien incluso dio su testimonio sobre el trabajo del acusado ante dos detectives, que aceptan o defienden abiertamente el derecho de Diana a expresarse. Amparado en la Primera Enmienda de la Constitución.

Al perder el juicio Diana abandonó Florida y se mudó a Nueva York. Donde en parte gracias a la publicidad involuntaria que recibió comenzó una carrera como dibujante profesional. Cuando se le preguntó a su madre sobre Boiled Angel ella aseguró que se trataba de arte.

Desde entonces su trabajo ha sido expuesto en varias ciudades del mundo. Y sus dibujos escatológicos tienen una legión de fans por todo el planeta. Mike Diana ha perdido su cabellera, ahora es calvo, pero conserva su humor excrementicio. Y quizá más de uno se pregunte cómo un tipo tan relajado puede ser considerado una amenaza para la sociedad.

Boiled Angels es un documental que todos deberíamos ver. Tanto si somos fans del cómic o no. La discusión que plantea ocupará la agenda pública de los años por venir.