La musa virtual

La musa virtual
La musa virtualFoto: Pixabay
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Tus pechos erizados apuntando hacia Venus

Los libros no leídos que escribo a duermevela

El espectro del alma proyectada en mis dedos

La órbita terrestre en los nopales elípticos

La nada que respira con la nariz de humo

El paso treceavo contra la doble A

La música de Mozart cantada por un simio

Mi muerte adelantada en un sucio periódico

El dinero perdido en el Casino Etílico

La tarola norteña y la copa de un álamo

Los misiles prendidos en el pastel de Irak

Mil genes femeninos: 108 del hombre

La cámara secreta del fotógrafo ciego

La ruleta sin rumbo del taxista perdido

El brillo de la Aurora en los ojos de Pedro

Un e-mail redactado pa’ todas mis hermanas

La fuente de la vida que chorrea en el desierto

Mis días sandinistas y un amor valenciano

Un infante educado por el haz digital

Los poemas baratos de un poeta becado

Una vaca sagrada en mi patio trasero

El laberinto de Escher, las líneas de mi mano

Mi madre recostada en una alfombra flotante

El litigio del cielo en La Tremenda Corte

Un ovni matutino como un disco compacto

La pirámide trunca del reino tepaneca

Las plantillas cortadas de un cartón reciclado

El tic-tac de una bomba en el avión del tiempo

Los claveles temblando que aguardan las tijeras

El aforismo pobre del filántropo rico

El Challenger que vuelve con la raza sisqueada

La catarina:

joya que posa en la memoria

La cara del vacío sin mirada ni dientes

Los paneles solares y el panal avispero

Un reloj descarado sin sus bigotes crónicos

La hoja mariguana como mano bendita

Y la piedra del cuarzo como un altar colgante

Los orines del gato perfumando su insidia

Y el olor del pescado en el mercado púbico

El orgasmo en el sueño de la musa virtual. 

El 12 de abril de 2007 Samuel Noyola envió “La musa virtual” en un correo electrónico a Daniel González Dueñas con esta nota: “Querido Daniel: me acabo de encontrar tu tarjeta dentro del laberinto de mis papeles. Espero que hayas leído Palomanegra productions. Me interesa tu opinión. Te mando lo más reciente que he escrito. Tú sabes que no escribo mucho. Un abrazo”.

El poema no aparece en El cuchillo y la luna (2011), volumen reunido por Minerva Margarita Villarreal y Víctor Manuel Mendiola, que recoge Nadar sabe mi llama (1986), Tequila con calavera (1993) y Palomanegra productions (2003). —Alejandro Toledo.