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Las autoridades de Costa Rica anunciaron ayer la captura en Colombia del costarricense Alejandro Jiménez, alias El Palidejo, presunto responsable del asesinoato del cantautor argentino Facundo Cabral, cometido el 9 de julio del 2011 en Guatemala. "Estamos muy complacidos por la noticia, porque confirma que la cooperación internacional da resultados efectivos", afirmó el fiscal general de Costa Rica, Jorge Chavarría, a la emisora local Radio Reloj.
La captura también fue confirmada a los medios por el viceministro costarricense de Seguridad, Celso Gamboa, quien declaró que aún no se sabe si Jiménez será enviado a Costa Rica, donde es requerido por legitimación de capitales, o a Guatemala, por el crimen de Cabral.
El subdirector del Organismo de Investigación Judicial, Francisco Segura, comentó a la edición digital del diario La Nación, de Argentina, que El Palidejo fue detenido en un puerto, que no precisó, cuando pretendía entrar en Colombia en una embarcación.
Según las investigaciones realizadas por las autoridades de Guatemala, el atentado en el que murió Cabral iba dirigido contra el empresario nicaragüense Henry Fariña, quien resultó herido de gravedad. El empresario había contratado a Cabral para unos conciertos en Guatemala, trasladaba al cantautor argentino al aeropuerto internacional La Aurora, en el sur de Guatemala, cuando fueron atacados a balazos.
Después del homicidio las instituciones policiales centroamericanas se pusieron a buscar a El Palidejo. La directora general de la Policía, Aminta Granera, aseguró en aquellos días que el sospechoso no era nicaragüense, como habían revelado las investigaciones de las autoridades guatemaltecas, sino costarricense. “Sí es sospechoso, todos los cuerpos policiales coincidimos en que tiene que ver con la autoría intelectual, nosotros en toda la región lo tenemos plenamente identificado”, declaró a la prensa.
Con sus datos completos su captura fue agilizada. “Sabemos su nombre completo, dónde nació, quiénes son sus padres, quién es su esposa, sabemos quiénes son sus hijos y por razones obvias no voy a dar esta información”, puntualizó.
El ataque contra el vehículo de Henry Fariña, el sábado 9 de julio, ocasionó la muerte del trovador y heridas de gravedad al nicaragüense, radicado en Guatemala y supuestamente ligado a negocios de juegos y clubes nocturnos en los países de la región.
Una comisión de legisladores, gremialistas y militantes por los derechos humanos de El Salvador exhigieró a principios de mes el esclarecimiento.