Foto: Miguel Bautista
México.- Molotov, Kinky, Zoé y Café Tacvba son de las bandas más importantes de la escena musical nacional y pese a su éxito, no dejaron atrás los nervios y la presión de tocar ante miles de espectadores en la treceava edición de el Vive Latino, pues los ojos de las disqueras, los managers, los medios de comunicación y los patrocinadores revisan cada movimiento que dan. Muchas cosas de su presente y futuro dependen de su actuación en el festival.
Así que detrás del colosal escenario y a los pies de los camerinos se instaló, como cada año, la Carpa Hospitality, donde los músicos tras su actuación, disfrutaron del festival con una gran fiesta que incluyó barra libre de cerveza, whiskey y ron, y mini baguettes tostadas de jamón y verduras.
Mientras que los cuatro foros: escenario Indio Verde, Indio Blanco, Carpa Danup y Carpa Intolerante, vibraron con los coros de los fans y cimbraron el piso con sus saltos eufóricos, los rockeros se acomodaron en los sillones de piel y mesas periqueras que se acomodaron en esta carpa VIP.
Rubén Albarrán, que dio cuerda suelta a su proyecto solista Hoppo! y a la emblemática voz de Café Tacvba entró con una amplia sonrisa tratando de llegar a la barra de whisky, pero a cada paso que daba era detenido para tomarse una fotografía, dar un autógrafo o dar un abrazo tanto a sus compañeros músicos como a los pocos fans que lograron colarse a esta zona preferente.
Flip y Beto, de Jumbo y Erick Neville de DLD, disfrutaron de las cervezas heladas, mientras que Sabo Romo se tomó un par de rones. Aunque su banda, Caifanes, no participó en el festival siempre acostumbra acompañar a sus amigos, como en este caso a Alfonso André a quien apoyó en la presentación de su disco solista Cerro del aire, y a Atto Attie, con quien integra el grupo Flash Tacos.
Otros músicos presentes fueron Rocco Pachukote, Yocu de Los de Abajo, Ismael de Los Daniels, Paty Peña Loza de Las Licuadoras, Dr. Shenka de Panteón Rococó y Héctor Quijada de La Lupita. Los que brillaron por su ausencia fueron Zoé y Bunbury, quienes no se integraron a la fiesta y decidieron quedarse en su camerino VIP.
