Bala humana cruza en 3 segundos la Arena Ciudad de México

Foto Especial

Uno de los actos más sorprendentes que en esta nueva temporada trae el Ringling Bros. And Barnum & Bailey Circus, es el de la Bala de cañón humana, que además de todo se trata de una chica de 24 años quien ha logrado darle un toque diferente a este legendario acto.

Su nombre es Gemma Querida Kirby, nacida en Minnesota. “Desde niña me acerqué al arte y debido a que nos mudamos tanto de casa, fue un poco vivir como gitanos, lo que sin saberlo, era llevarme a la vida del circo”.

En entrevista con La Razón, Gemma comenta: “Estar en México me emocional me han dicho que el público es muy entusiasta”.

Cuando los niños se le acercan al final de la función y le dicen que quieren ser como ella, “es muy lindo, pero también una gran responsabilidad. Lo primero que les digo es que tienen que cuidar su cuerpo, con ejercicio y una alimentación sana, con eso se logra todo lo demás”.

La acrobata asegura que quiere ser recordada como alguien que tuvo una vida fascinante. Y lo está logrando, “sólo una docena de mujeres han hecho este acto, la primera vez que lo vi me impresionó y nunca imaginé que yo pudiera hacerlo”.

Comenzó a estudiar danza de pequeña, y a los 16 años se unió al Circus Joventus como trapecista voladora: “encontré mi amor por las artes aéreas, pude ver que podía incorporar el baile a mis actos en el aire y hacerlos más bellos”.

La preparación de Gemma va en diferentes vertientes. Además de ser bailarina y gran lectora, estudió psicología y para desestresarse toca el violín. “Amo a la gente y estudiar sus comportamientos. En cuanto a mi preparación física, hago pilates, corro y hago ejercicio para tener fuerza muscular”.

Pero uno de sus pilares importantes es la Yoga, “Mucha gente confunde el no tener miedo con la valentía. Volar a través del circo no es de alguien que no tiene miedo, es ser valiente y usar tu miedo para mantenerte a salvo”.

“Antes de entrar al cañón claro que siento miedo, nervios, tensión. Mi corazón palpita y mis manos tiemblan, aunque lo he hecho miles de veces y me he preparado para ello. Confío en todas las medidas de seguridad del circo, pero los artistas somos responsables de la otra parte: tenemos que tener el control de nuestro cuerpo para mantenernos a salvo. En esta profesión, el principal enemigo es el exceso de confianza”.

Volar has sido el sueño de los hombres en todas las culturas y Gemma lo hace posible cada noche en el circo. “Es un momento en el que eres completamente libre. Es un sentimiento irreal, es sorprendente, son los tres segundos más maravillosos de mi vida”, finalizó Kirby.

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