Lo cautivador de “Un Instante de emoción” no es sólo el acompasado enfoque a la etapa donde explotan las emociones que nos definen como personas, a través de la historia de un joven afanado en hacer videos musicales quien, tras encontrarse con una cantautora desencantada que por esas casualidades acostumbradas por el anime coincide con él en otras áreas de su cotidianeidad, habrá de cuestionarse los objetivos de su vida; también es lo envolvente de la fluidez con la que en la propuesta animada preparada por los estudios Hurray! y 100Stu, la luz sirve tanto para delinear las figuras de los personajes omitiendo los contornos en negro para con las pinceladas de color otorgarles una frágil y evocadora presencia, como para deslizarse ligera por los pasillos, las calles y los salones, proveniente de fuentes existentes en la ficción, dígase puertas y ventanas que muchas veces solo percibimos por las sombras que se proyectan en pisos y paredes, dando forma así a los escenarios en postales que congelan sentimientos bordeando por momentos al campo de lo onírico.
A ello hay que agregar lo colorido y refrescante de las secuencias en que los intangibles códigos propios de la tecnología de la edición digital, sorprenden materializándose dentro de la ficción e inundando la pantalla para presentar un mundo mezcla de fantasía virtual en visiones musicales que habrán de quedarse resonando por mucho tiempo en la mente del espectador.
Si algo quizás se le puede reprochar a sta película es lo estático de los personajes secundarios en las escenas colectivas, y el que no se le dé mayor desarrollo a las implicaciones en algunos temas como el de los reconocimientos académicos que terminan convirtiéndose en un estigma, pero aún así estamos ante una más que emotiva y disfrutable reflexión sobre las motivaciones del artista y los vínculos que se establecen entre los procesos creativos empujándolos a reinterpretar lo que es su pasión y salvarles de renunciar a ella, cuya vitalidad obedece a canciones entrañables que muchos agregaran de inmediato a sus tracklist personales.
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“Un instante de emoción” es traída a las pantallas de Cinepolis por el sello Konnichiwa.
