La ceremonia de los Grammy reivindicó el poder de Los Ángeles, California, para renacer de las cenizas, luego de que la ciudad estadounidense fue azotada por los incendios. Además, Beyoncé hizo historia al alzarse por primera vez con el gramófono a Mejor Álbum del Año con su Cowboy Carter, una reivindicación de la música country.
La cantante originaria de Texas recibió el galardón de manos de Taylor Swift y fue anunciada como ganadora por los bomberos que apagaron el fuego en las zonas afectadas. Los héroes fueron celebrados por la comunidad musical que se puso de pie para aplaudirles.
“Quisiera reconocer a los bomberos que nos han mantenido seguros, quiero agradecer a los Grammys... Espero que sigamos abriendo puertas, gracias”, dijo emocionada Beyoncé, quien tiene el récord de la mujer con más nominaciones (99) y que más veces ha ganado un Grammy (32 en total). En esta edición también obtuvo el premio a Mejor Interpretación Country con Miley Cyrus por “II Most Wanted” y Mejor Álbum de Música Country.
Antes de entregarle el máximo galardón, el jefe de bomberos del condado de Los Ángeles, Anthony C. Marrone, agradeció a los héroes que socorrieron a los afectados y expresó su confianza en que la ciudad va a renacer.
“Gracias por su apoyo y reconocer a los héroes que están detrás de mí”, dijo el jefe de bomberos, quien además agradeció a los rescatistas, de quienes expresó: “Sus actos desinteresados de valentía fueron conmovedores. Tengo confianza en que vamos a reconstruirnos, porque somos fuertes”, comentó ante los aplausos de los presentes en Crypto.com Arena de Los Ángeles.
Desde el inicio se demostró que los Grammy se solidarizaban con los afectados por los incendios. Por eso el presentador Trevor Noah comentó: “El espíritu de la ciudad ha resurgido. Esta noche hemos decidido que no sólo vamos a celebrar la música”.
Pronto vinieron los espectáculos dedicados a la ciudad, el primero protagonizado por Dawes w/ All Star Band, John Legend, Brad Paisley, Sheryl Crow, Brittany Howard y St. Vincent, quienes cantaron “I Love LA”.
Pero también la ciudad fue honrada con los mensajes de “I Love You”, de Billie Eilish, después de su presentación en la que cantó “Bird of a Feather” y de Shaboozey, luego de interpretar “A Bar Song (Tipsy)”. Además del emotivo mensaje de Kendrick Lamar, luego de ganar el premio a Grabación del Año por “Not Like Us”.
“Tenemos que dedicarle esto a la ciudad. Aquí es donde estuve desde que estuve chico; crecí tratando de escribir los mejores raps en estos estudios. No puedo darle las suficientes gracias a los lugares donde estuve, pero sobre todo a las familias. Esto es una prueba de que podemos restaurar juntos esta ciudad”, dijo Lamar, quien se llevó a casa cinco gramófonos.
En la ceremonia también se proyectó un video en el que se vieron imágenes de los desastres que dejaron los incendios en Los Ángeles y las muestras de solidaridad de las personas que han estado en los centros de acopio. Después de ese clip, Bruno Mars y Lady Gaga, a manera de homenaje, interpretaron “California Dreamin’”.
En un contexto en el que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una ley que amplía los poderes de las autoridades federales para detener y deportar a las personas migrantes, hubo artistas que hablaron de la importancia de los indocumentados en aquel país.
Una de ellas fue la cantante colombiana Shakira, luego de alzarse con el gramófono al Mejor Álbum por Las mujeres ya no lloran. “Quiero dedicarle este premio a mis hermanos y hermanas inmigrantes en este país. Son amados, son valiosos y siempre lucharé por ustedes. A todas aquellas mujeres que luchan para proveer a sus familias, son unas joyas también”, expresó y también dedicó su premio a sus hijos.
Sin embargo, no todo fueron discursos en pro de la comunidad migrante, pues Trevor Noah fue duramente criticado por un chiste desafortunado en el que dijo: “Shakira es lo único grande que ha producido Colombia que no sean crímenes”. Una broma que fue tildada de xenófoba.
En la velada también hubo un mensaje para reivindicar el valor de los cantantes y compositores. Chappell Roan, tras alzarse con el gramófono a Mejor Nueva Artista, reclamó: “Me dije a mí misma que si alguna vez ganaba un Grammy y me paraba aquí frente a las personas más poderosas de la música, exigiría que las discográficas de la industria que se benefician con millones de dólares de los artistas ofrecieran un salario digno y atención médica, especialmente a los artistas en desarrollo”, dijo, y gran parte de sus colegas se puso de pie para aplaudirle, entre ellos, la estrella pop Taylor Swift, quien ha luchado por tener pagos justos por su música.
Chappell Roan compartió que la contrataron cuando era menor de edad y estuvo sin trabajo durante la pandemia sin poder pagar un seguro médico. “Fue devastador sentirme tan comprometida con mi arte y sentirme tan traicionada por el sistema y deshumanizada. Si mi sello lo hubiera priorizado, podría haber recibido atención médica para una empresa a la que le estaba dando todo”, externó.
Fue una velada de contrastes, pues también tuvo un aire de celebración, fue homenajeada una leyenda de la música, el fallecido Quincy Jones. Uno de los instantes más emotivos estuvo a cargo de Stevie Wonder y Herbie Hancock, quienes interpretaron la famosa canción “We Are The World”, con la que el productor reunió a grandes estrellas para recaudar fondos y donarlos para combatir la hambruna en Etiopía en 1985. Mientras cantaban el éxito, se proyectaron imágenes de aquella icónica grabación.
Antes de vocalizarla Stevie Wonder recordó cómo siempre Quincy Jones estuvo dispuesto a ayudar y habló de la importancia de “seguir celebrando nuestras culturas todo el tiempo”.
Otro número icónico en este homenaje estuvo a cargo de Janelle Monáe, quien cantó “Don’t Stop ’til You Get Enough”, caracterizada como Michael Jackson y emulando algunos de los pasos icónicos del Rey del Pop, a quien Quincy Jones le produjo sus mejores discos.
También participó Cynthia Erivo, encargada de interpretar “Fly Me to the Moon” con un arreglo con piano de Herbie Hancock. Además de Lainey Wilson y Jacob Collier con “Let the Good Times Roll”.
En la velada también fue recordado Liam Payne, exintegrante de One Direction, quien falleció el año pasado luego de caer del balcón de un hotel de Argentina. Además de otros artistas como Dickey Betts, Joe Chambers y Jack Jones.
En la celebración de la música destacó el acto de Sabrina Carpenter, quien con su exitoso “Espresso” emuló un show burlesque y sorprendió cuando se quitó el traje negro con blanco que traía para quedar con un leotardo azul. La estrella, quien se alzó con el Grammy a Mejor Interpretación Vocal Pop Solista, también cantó “Please, Please, Please”. También resaltaron los números de los nominados a Mejor Nuevo Artista, como Chappell Roan con su “Pink Pony Club”; y Doechii, quien sorprendió con su performance lleno de baile.
Una de las más aplaudidas fue Shakira, quien con un atuendo dorado cantó dos temas representativos de su pasado y presente, “Ojos así” y la “Bzrp Music Sessions, Vol. 53”. De esta manera, los Grammy celebraron a la música, pero también a Los Ángeles y su poder para resurgir.