Los mexicanos Adriana Paz y Diego Luna, destacados a nivel internacional en la actuación, trabajarán juntos después de Rudo y cursi, en 2008, donde integraron un matrimonio: Beto (El Cursi) y Cata.
En esta ocasión, el actor destacado por su participación en cintas como Rogue one: una historia de Star Wars y la reciente ganadora en Cannes coincidirán en un set de grabación con la adaptación cinematográfica de la novela Ceniza en la boca, de Brenda Navarro.
Diego Luna será director de la película, luego de su experiencia dirigiendo JC Chávez, Abel, César Chávez y Mr. Pig. Comienzan el rodaje este mes en España y México.

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Mientras tanto, Adriana Paz, la ganadora a Mejor Actriz en Cannes por la película Emilia Pérez, dará vida a la mamá de Lucila (Anna Díaz), uno de los personajes principales de la adaptación.
Lucila es una joven que busca su lugar en el mundo frente a la presión familiar, la misoginia y el racismo. Viaja a España con su hermano menor para reunirse con su madre.
Aún no se ha revelado la fecha de estreno, pero es seguro que se anunciará en las redes sociales de Diego Luna y Adriana Paz.
¿Cuál es la historia de la nueva película que protagoniza Adriana Paz y dirige Diego Luna?
Ceniza en la boca es una novela de la escritora, socióloga y economista mexicana Brenda Navarro que aborda temas como la maternidad, la pérdida y la violencia. La historia está narrada desde la perspectiva de dos mujeres que viven realidades intensamente marcadas por el dolor.
Una de ellas es una madre que, tras la desaparición de su hijo, se ve atrapada en una espiral de angustia y desesperación. La otra es una mujer que enfrenta su propia lucha interna mientras observa las tragedias a su alrededor.
A lo largo de la novela, se exploran las tensiones emocionales y psicológicas que surgen de la maternidad en un contexto marcado por la violencia y la inseguridad. La autora aborda cuestiones como el duelo, el abandono y la búsqueda de justicia.
El título de la novela, Ceniza en la boca, es una metáfora de la impotencia y el sufrimiento, representando las voces silenciadas de las madres y personas que enfrentan tragedias de forma insostenible.
Esta obra de Brenda Navarro destaca por su reflexión sobre las cicatrices invisibles de la violencia social y el peso de las ausencias en la vida cotidiana.

