Partida (2024), la película más reciente de Luis Ayhllón, retrata a “tres asquerosas humanidades” que se desenvuelven en un momento de disputa y tensión laboral. En entrevista con La Razón de México, Quetzalli Cortés, uno de los protagonistas, habló de su experiencia en el proyecto de cine independiente.
La película de ficción de TV UNAM, Partida, está inspirada en la obra homónima de 2007, escrita también por Ayhllón. La historia sigue a tres personajes que forman parte de un despacho de abogados de comercio, quienes enfrentan una crisis en la oficina que lleva a los trabajadores a vivir “un proceso tortuoso y violento del jefe de ambos”, describe Cortés.
“El cine de Luis va totalmente sobre las actuaciones, sucede todo en un solo lugar”, explica el actor, “estaba muy emocionado, pero también muy nervioso de estar en escena con Álvaro Guerrero y con Rodrigo Vázquez. Y específicamente con este texto tan bien escrito, tan complejo, tan lleno de capas”, señala sobre su participación en la cinta.

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El reto de interpretar a un personaje ‘nefasto’
“Desde la primera vez que me puse a ver este texto, era bastante notorio que los protagonistas no son buenas personas. No es que sean malas, son humanos muy complejos”, reflexiona Quetzalli sobre la naturaleza de los seres representados en la historia. “Están puestos al límite, tanto el personaje de Álvaro como el mío tienen mucho que perder”, asegura en referencia a la historia.
Quetzalli interpreta a Lucas, el abogado más joven en despacho, quien “está involuntariamente en contra de quien ha cumplido como su maestro”, el abogado más longevo de la empresa que interpreta Álvaro Guerrero. Sobre la relación de los personajes, el actor explica:
“Hay un cariño no explícito [...] si bien se aprecian, los dos van a hacer lo que sea por mantener su trabajo, incluso ir en contra del otro. Son complejos, son traicioneros, son cobardes, se aprovechan de muchas de las situaciones. Y es porque (su jefe) los puso en una situación límite, porque disfruta torturar y termina siendo un escenario muy violento”, reflexiona.
El histrión asegura que “incluso como actores no los perdonamos (a los personajes)”, al recordar un momento en que fue complicado replicar el discurso de Lucas, quien da un mensaje contra los migrantes: “He tenido muchas actividades como activista antirracista y en contra de diversas opresiones y Lucas es verdaderamente nefasto”, condena.
“Recuerdo muy claro haber tenido el pensamiento de, así es él y que si yo lo trato de justificar, se va a ver a medias. Lo que Luis y yo queríamos era que la gente viera esto y que dijera ‘está mal’. Solo se podía conseguir así, aventándose hasta el fondo”, señala.
El histrión asegura que puede identificarse no solo con su personaje, sino con los de Álvaro y Rafael en ciertos momentos: “Mientras estás viendo la película, haces una crítica tanto personal como social a este tipo de situaciones, a este tipo de personaje o a ti mismo al decir ‘yo he hecho esto’ o ‘esto no debería de pasar’. Eso es lo más positivo, esa reflexión por contraste”, asegura.
Por lo pronto, se sabe que Partida se mantendrá en la cartelera de la Cineteca Nacional por al menos un par de semanas más. Posteriormente, el proyecto busca mantener su curso en festivales y otras líneas de distribución para que más gente pueda disfrutar de la historia de terror laboral.

