En la serie 90 minutos de inmediato nos encontramos a un grupo de perdedores con buen corazón y nobles intenciones que, comandados por un malogrado ídolo del deporte, quien a regañadientes regresa a la actividad para reencontrarse con sus orígenes y alcanzar una posible redención; buscan ganar una competencia mientras el millonario villanezco en turno amenaza con despojarlos del lugar donde practican.
La fórmula es muy clara y más que conocida. Sin embargo, al llevarla a los parajes del fútbol llanero típico de las entrañas del mismísimo Ecatepec en el Estado de México, sustentando la enfocada ejecución en un total entendimiento de la naturaleza de este tipo de actividades, dan como resultado un cariñoso y satírico retrato suburbano lleno de implicaciones sociales, incluyendo la violencia normalizada, y de modelos de comportamiento evidenciados a través de arquetipos que, conforme gambetean en la vida y en las canchas, dan pie a simpáticas pero también entrañables peripecias adquiriendo una encantadora humanidad.
Pero lo mejor es que la puesta en escena de lugares como talleres mecánicos, pulquerías, gimnasios y similares, cargada de idiosincrasia barriobajera con limpias encaminadas has a viajes espirituales y epifanías, fiestas callejeras y hasta kermeses, viene acompañada de una refrescante estilización con base a perspectivas dinámicas, montajes videocliperos, fugaces referencias al anime, y agregados visuales sobrepuestos con los trazos de la planeación de jugadas en los pizarrones, los ya acostumbrados mensajes de texto venidos de los dispositivos electrónicos y los formatos de las redes sociales, lo cual le otorga una llamativa identidad pese a lo abrupto de los cortes, lo excesivamente caricaturesco de ciertas situaciones y el que un que otra línea argumentales secundaria sean algo intermitente.
Así entonces, el equipo de fútbol Los Navajas, dirigidos por el retirado delantero apodado “Veneno” -encarnado por el eficaz José Maria de Tavira-, e impulsados por el veterano portero Don Hill -papel a cargo del siempre oficioso Álvaro Guerrero-; se van enfrentado en un a veces surrealista torneo, con los más insólitos rivales, dígase los Ecatepeques -formado por puros jugadores de baja estatura-, los Mercury de Coacalco -imitadores del líder de la banda Queen-, La mano de Dios -hijos de migrantes argentinos-, los Bigotes de la 12 -profesionales de la barbería-, o los Viejillos, un nombre que ya lo dice todo. Esto mientras van resolviendo sus diversos conflictos personales, relaciones de pareja y aspiraciones en la vida, plantándole cara al hijo de una cabeza criminal.
90 minutos de los directores Nadia Ayala Tabachnick y Joe Rendón, es pues una serie por momentos predecible pero siempre divertida y de ritmo vivaz, con una comprometida contextualización cuyo costumbrismo de aire pop y cierta sorna tiene el potencial par enganchar al espectador. Está disponible en la plataforma de Universal +, y vale la pena darle un vistazo, “el barrio la respalda” y “una vez navaja, siempre navaja”.


