En definitiva deslumbra el linaje fílmico al que Halfdan Ullmann pertenece, es hijo de la actriz y escritora Linn Ullmann - Gritos y susurros (1972), y nieto de la también actriz Liv Ullmann -Sonata de otoño (1978)- y el legendario director Ingmar Bergman -El Séptimo Sello (1957), Secretos de un matrimonio (1973)-; pero lo importante es que eso no le pesa, sino todo lo contrario.
Porque en Armand, su largometraje ópera prima que le ha valido la cámara de oro en el Festival de Cannes, no se trata solo de la intriga que de inicio genera a partir de un sensible incidente infantil con implicaciones de abuso sexual, sino de la agudeza con la que se sirve de ello para materializar la incertidumbre del entorno escolar al cual enfrentan profesores y padres de familia a la hora de reaccionar ante los actos de los niños, y los consume exponiéndoles como seres emocional y mentalmente fracturados.
La elegante narrativa producto del uso de una cámara invasiva que juega en el terreno corto, con picadas sobre los rostros y los hombros de los actores haciendo transiciones del punto de fuga a los close ups de las miradas que exaltan emociones alimentado la tensión, le sirve para evidenciar la incomodidad e inconveniencia por las que se asoman las cicatrices y carencias de los personajes, resquebrajándolo todo hasta eventualmente, tras la devastación que provoca arrojar las verdades, volver a ese punto de desahogo y calma donde son seres funcionales y parecen estar bien.

Toto, una bocanada de rock ochentero
Las secuencias de espíritu teatral que hacen de la plástica corporal una extensión de los pasajes mentales convulsos que experimenta la madre de uno de los niños en cuestión, aunque llegan a ser reiterativos, logran momentos de inquietante y amarga seducción sumamente congruentes con el personaje dada su profesión.
Es cierto que algunos temas quedan inconexos debido al ímpetu de explorar las capas del colapso de las protagonistas, pero ninguno sale sobrando. Armand es un sofisticado e intenso ensayo fílmico que encuentra la perfecta correspondencia con actuaciones que se sumergen sin reparos en la vulnerabilidad para emerger poderosas, sobre ese punto ciego entre los adultos y el mundo infantil, que los desconcierta y los lleva a mostrase como seres sin resolver, incapaces de soportarse a sí mismos. Una producción noruega que llega a los cines bajo el auspicio de la distribuidora Cine Canibal.

