Bosco Gutiérrez Cortina es considerado entre los creyentes como un símbolo de fe. El arquitecto mexicano fue secuestrado el 29 de agosto de 1990 permaneció privado de su libertad durante 9 meses por delincuentes que pretendían cobrar un rescate.
Recientemente, Bosco Gutiérrez Cortina formó parte de un episodio de Más Allá del Rosa, el podcast de Jessica Fernández. En el programa, el padre de nueve hijos habló de su experiencia al ser secuestrado y como logró sobrellevar y superar aquel momento que marcó su vida.
¿Quién es Bosco Gutiérrez Cortina?
Hombre de 68 años de edad, es arquitecto y dueño de Bosco Arquitectos y de Skyland Real State. Está casado con una mujer llamada Gaby, con quien tuvo nueve hijos.

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Sobre su secuestro, el profesionista ha hablado abiertamente de cada detalle. Fue un miércoles de 1990 que de camino al trabajo después de asistir a misa, fue secuestrado por dos hombres que le vendaron los ojos, lo golpearon y lo subieron a un automóvil.
Tras varias horas de viaje, llegó a donde permanecería en cautiverio por 275 días. Los primeros 16 días tuvo depresión en un cuarto que era para “anular sus sentidos”. Fue el 15 de septiembre que algo cambió, cuando uno de sus captores le dio la opción de tomar lo que quisiera y él optó por un whisky en un vaso largo con un hielo.
De acuerdo con Bosco, algo en su interior dudaba en recibir el vaso, siendo lo mal que lo trataban. “Eso que te está ocurriendo no depende de ti, no lo has elegido tu”, le dijo una voz en su interior, que adjudica a Dios. Fue entonces que decidió no beber el vaso y pedir una biblia.
Fue entonces que los meses se convirtieron en una búsqueda espiritual donde aceptó que la única decisión que tenía era mantener un buen ánimo, cuidarse de los malos pensamientos, tener fe y confiar en un futuro mejor.
Tras tres intentos de pago a los secuestradores del hombre que tenía 33 años en ese entonces, el 25 de abril de 1991 logró escapar. “Conseguí abrir el ventanuco por el que me introducían la comida. No había nadie allí y quise volver a cerrar, pero me di cuenta de que no podía hacerlo. Si los secuestradores veían que había hecho eso me iban a matar”, dijo.
“El secuestro es una experiencia que demostró que podemos salir de una situación complicada siempre y cuando ordenemos las prioridades: primero Dios, segundo la familia y la gente querida; tercero, el trabajo”, afirmo Bosco Gutiérrez.

