Desde el 9 de octubre puede verse en cines la producción mexicana Un Mundo Mejor, emotiva historia sobre la amistad que surge repentinamente entre Víctor, quien después de sufrir un secuestro en México se muda a vivir a Estados Unidos y desarrolla agorafobia debido al trauma que vivió, y Santiago, un niño que también ha sido víctima de la violencia y quien a través de su inocencia le muestra que cuando todo parece perdido, la esperanza de tener un mundo mejor es lo que nos mantiene a flote.
Bajo la dirección de Janett Juárez, el galardonado actor mexicano Raúl Briones interpreta con un alto nivel de sensibilidad a Víctor, quien tras leer el guion quedó encantado. “Estábamos en medio de la pandemia, entonces me pareció que tenía un alto nivel de esperanza y me pareció urgente contar esta historia en el momento en el que nos encontrábamos, pues la gran mayoría estábamos metidos en una especie como de limbo emocional donde nadie sabía bien cómo salir de ahí, conecté directamente con la esperanza de esta historia”, contó.
“Creo que habla de las secuelas de la violencia en términos generales, en este caso de la guerra contra el narcotráfico emprendida por Felipe Calderón y particularmente Monterrey fue una de las ciudades que más sufrió los estragos en ese momento. Janett sufrió algo parecido con un amigo suyo y tenía algo ahí atorado en términos emocionales de lo que quería contar con esta historia que tenía que ver con qué le pasaba a las personas después de sufrir algo tan catastrófico como un secuestro exprés en un contexto como el de Monterrey en el 2009 o 2010”, expresó.
Igualmente comentó que la cinta “aporta la idea de que la salud emocional no depende solo de ti, sino que está completamente ligada con los fenómenos sociales, obviamente tú tienes que trabajar y tienes que ir a terapia y tienes que hacerte cargo de ti mismo, pero estamos más entrelazados de lo que queremos ver y entonces esta película habla de una enfermedad social del mundo de los adultos contra la esperanza del mundo de los niños”.
“Creo que en el mundo adulto nos vamos obligando a ir a contrapunto de nuestras propias emociones y entonces vamos dejando pendientes como no llorar por algo que nos hizo sentir mal y así va pasando un año, dos años, 20 años, y resulta que hay muchos momentos en donde lo único que tenías que hacer era sentir; entonces la reconexión con el niño interior no tiene más que ver con el contacto con tus emociones”, señaló sobre la importancia de la presencia de Santiago en la vida de Víctor justo cuando este necesita algo para salir del estado en el que se encuentra.
“A veces simplemente debes aceptar que estás perdido y creo que eso es lo que Santiago viene a decirle a Víctor, ahí es donde empiezan las emociones a aparecer para sanar y drenar ese dolor que lleva Víctor arrastrando porque es una película increíblemente esperanzadora que primero que cualquier otra cosa habla de la amistad, que es una de las relaciones más valiosas y tan poco valoradas que podemos tener. Creo que Víctor se da cuenta de que tiene un amigo y que contar con un amigo es fundamental”, dijo.
“Creo que a veces cuando un cuarto está muy oscuro con que prendas un cerillo es suficiente para que todo se ilumine y esta película eso, es un rayito de luz para que la gente vea que sí hay posibilidades, alternativas, salidas y esperanza”, finalizó.


