Festín visual

OVO del Cirque du Soleil toma vuelo en México

El emblemático circo canadiense regresa al país con un espectáculo renovado que celebra la vida y la naturaleza; acrobacias, humor y música brasileña se fusionan en la puesta

UN GRAN HUEVO es el protagonista de la historia.
UN GRAN HUEVO es el protagonista de la historia. Foto: Chucho Contreras

El asombro regresa al Palacio de los Deportes. Desde ayer, el Cirque du Soleil volvió a México con OVO, una producción vibrante que invita al público a sumergirse en un universo habitado por insectos, donde el movimiento, el color y la música se entrelazan en una coreografía tan perfecta como la naturaleza misma.

OVO, que significa “huevo” en portugués, es una metáfora de la vida, de su origen y su constante transformación. A lo largo de más de dos horas, el espectáculo despliega un ecosistema fascinante donde hormigas acróbatas cargan frutas imposibles, grillos saltan a alturas vertiginosas, mariposas danzan en el aire y escarabajos desfilan con humor y elegancia. Todo ocurre bajo una estructura imponente de luces, proyecciones y escenarios móviles que transforman el Palacio de los Deportes en un auténtico laboratorio visual.

Malabares forman parte de la puesta en escena.
Malabares forman parte de la puesta en escena. ı Foto: Chucho Contreras
  • El Tip: La escenografía es una estructura de 14 metros de altura, y se incluyen sonidos reales de insectos en la música.

Con más de 50 artistas en escena provenientes de 14 países, el show combina disciplinas como el trampolín, el trapecio, la cuerda aérea, la contorsión y el equilibrio de mano, cada una tratada con la precisión técnica y la estética impecable que han convertido al Cirque du Soleil en sinónimo de excelencia.

Uno de los grandes aciertos de OVO es su banda sonora inspirada en ritmos brasileños, compuesta por Berna Ceppas, que llena cada número de energía tropical y frescura. Percusiones, guitarras y voces evocan la selva, el sol y la alegría vital del mundo de los insectos, otorgando a cada escena una identidad rítmica propia.

El vestuario, diseñado por Liz Vandal, es otro de los protagonistas. Con más de 100 trajes confeccionados a mano, la diseñadora canadiense recrea caparazones, antenas y alas con materiales ligeros y brillantes que reflejan la luz como si fueran auténticos seres bioluminiscentes. Cada detalle está pensado para que los artistas se muevan con libertad, sin perder la elegancia ni la ilusión del disfraz.

El extranjero es una mosca en movimiento.
El extranjero es una mosca en movimiento. ı Foto: Chucho Contreras

Desde su estreno en Montreal en 2009, OVO ha recorrido los principales escenarios de Europa, Asia y América Latina, conquistando a más de siete millones de espectadores. Su llegada a México marca una nueva etapa del espectáculo, con una producción actualizada y una dirección que busca reforzar el mensaje ecológico y espiritual: la belleza de la naturaleza depende del equilibrio y la colaboración entre sus habitantes.

El Cirque du Soleil, fundado en 1984 por Guy Laliberté, ha presentado más de 40 producciones alrededor del mundo y sigue reinventando el arte circense con cada nuevo montaje. En OVO, el humor y la destreza física se combinan con un discurso visual que conecta con todas las edades, invitando a redescubrir la maravilla en lo pequeño.

Sorprenden los actos de equilibrio en el montaje.
Sorprenden los actos de equilibrio en el montaje. ı Foto: Chucho Contreras

Con su energía contagiosa, su estética hipnótica y su mensaje de armonía, OVO promete convertirse en una de las experiencias escénicas más memorables del año. El espectáculo se presentará por tiempo limitado en el Palacio de los Deportes antes de continuar su gira por otras ciudades del país.

El público, una vez más, será testigo de la magia inconfundible del Cirque du Soleil: un circo sin animales, pero lleno de vida.