Historia se queda corta

Avatar: Fuego y cenizas; una impactante belleza visual

Cinta de James Cameron, la tercera de la serie, vuelve con una sorprendente producción; se estrena hoy en cartelera

Póster de la cinta dirigida por el canadiense James Cameron.
Póster de la cinta dirigida por el canadiense James Cameron. Foto: Disney+

Previo al estreno de la segunda parte de la saga Avatar, creada por James Cameron en 2009, los sondeos realizados entre el público evidenciaron que en el colectivo popular, era mínima la huella dejada por su universo futurista y trama de colonización espacial casi calcada de la novela John Carter, escrita hace más de 100 años. La gente poco recordaba los lugares donde se desarrollaba o los nombres de los protagonistas, cuya relación fue señalada como una variante nada encantadora de relatos tipo Pocahontas. Pero si algo tenían muy presente era la experiencia de que a nivel técnico les había impactado. Circunstancia que no cambió con la llegada a la cartelera de la nueva entrega: Avatar: Fuego y Cenizas.

Las innovaciones a nivel sensorial volvieron a sorprender con la aplicación de la captura de movimiento bajo el agua. Sin embargo, la continuación del enfrentamiento entre los terrícolas irrumpiendo con su ejército en la Luna de un planeta distante, y los nativos na’vi defendiendo su planeta con el que tienen una profunda conexión con la naturaleza, tiene un desarrollo en el que no se justifican los cambios en los objetivos de los personajes, además de que las situaciones que se presentan son totalmente predecibles.

  • El Dato: Las películas de Avatar han contado con un sistema de cámara virtual en el que los actores trabajan en un espacio llamado “volumen”.

Pese a lo anterior, James Cameron demuestra su oficio para mostrar sorprendentes escenas de acción. Esto es lo que vuelve a salvar el día en Avatar: Fuego y Cenizas.

La cinta sigue siendo sólo una repetición de “te atrapo, te suelto”, que tienen el protagonista Jake Sully y el coronel Quaritch, con endebles pretextos para alargar por más de tres horas una aventura olvidable por sí misma, sin personajes entrañables o carismáticos.

Jake Sully es el soldado cuya conciencia está implantada en un cuerpo Na’vi creado por modificaciones genéticas para salvar a su familia y el resto de su raza ante la amenaza constante de su superior en el ejército. Además, aprovecha la voracidad de los invasores para hacerse de los medios que le permitan perpetrar su venganza.

Algo de lo más rescatable es que funciona la evolución de los personajes adolescentes al mundo adulto, Lo’ak, Tuk’ y Tsireya. Además de la construcción de una nueva antagonista, Varang (Oona Chaplin), cuyo sesgo de salvajismo es el catalizador para otorgar algunos matices a la especie que hasta ahora era presentada sólo como otra manifestación de “el buen salvaje”, y el dramatismo de las escenas que llegan a ser violentas y muestran los estragos de los ataques que sufrieron los seres marinos.

En contraste, el espectáculo sigue siendo un portento, es abrumador el efecto de inmersión que mantiene y una belleza el diseño de las criaturas, así como el de su entorno. Sin embargo, al realizarse al mismo tiempo que su predecesora, como propuesta visual ya no resulta tan novedosa en relación a lo que la franquicia había entregado, lo cual siempre ha sido su principal apuesta. Queda claro que ya desde hace tiempo al también responsable de joyas cinematográficas como Terminator (1984) y Terminator 2 (1991) ya no le interesa mucho contar historias, sino que sirvan como mero pretexto para lucir los avances tecnológicos sobre los que trabaja, pero al menos como show sigue sin decepcionar esta nueva entrega que hoy llega a la cartelera.

La unión hace la fuerza

Por Rodrigo Carmona

Avatar: Fuego y Cenizas retoma la historia de Pandora luego de los hechos ocurridos en El camino del agua, además de enfocarse más en el personaje de Miles Quaritch Jr. o Spider (Jack Champion), incluyendo un trabajo visual impactante para relucir las texturas y terrenos de este planeta, además de regalar un mensaje de unión en el último acto.

Para esta entrega, se observa a Jake Sully (Sam Worthington) más maduro, mientras toma las decisiones que más convengan a su familia compuesta por Neytiry (Zoe Saldaña) y sus pequeños hijos, sumado al personaje de Spider. Este chico se vuelve un foco central.

La cinta envuelve también a la tribu del agua, Metkayina, que tuvo una participación importante en la película pasada, pues la trama se desarrolla en este territorio y en la ‘Gente del Cielo’, los humanos, quienes continúan con su misión de invadir el territorio de Pandora.

En la cinta destaca el trabajo de los efectos visuales, pues el planeta y las criaturas que allí habitan, lucen una textura asombrosa.

Universo de Avatar

Se ha creado un mundo ficticio expandido.

Polifemo

Qué es: Es un planeta ficticio que está en el sistema estelar de Alfa Centauri.

Pandora

Qué es: Es el hábitat de los na’vi, un satélite natural o Luna del planeta Polifemo en el que se ha hallado un mineral muy valioso para los humanos.

Na’vi

Qué son: una especie de humanoide con rasgos felinos. Son fuertes y resistentes.