Bardo, la cinta que Iñárritu hizo “con el corazón” deslumbra en Venecia

Bardo (o falsa crónica de unas cuantas verdades), deslumbró a la prensa ayer en su primera proyección en el Festival de Cine de Venecia. El laureado director Alejandro González Iñárritu explicó que un hecho que fue fundamental y que dio origen al largometraje fue irse a vivir a otro país, momento en el que consideró que “México es un estado mental”.

“Lo que más se hace presente cuando alguien deja su país es la ausencia de ese lugar que se hace presente todos los días. México no es un país, es un estado mental para mí. Y cuando uno toma perspectiva, esos estados empiezan a transformarse. Parte de esta película es la interpretación de esa ausencia”, dijo el cineasta durante una conferencia de prensa en el Lido.

Después de siete años sin hacer cine, Iñárritu vuelve para mostrar una obra con una propuesta que, de acuerdo con el autor, no es meramente autobiográfica: “Es un viaje emocional, una biografía que no pretende ser verdadera sino honesta. Desde ahí hice esta película con mucha incertidumbre, evidentemente con mucho coraje, valor de poder explorar esas cosas, tratar de darles un sentido para que se revelaran hacia mí y compartirlas”, apuntó.

“Esta película a diferencia de las otras, no la hice con la cabeza, la hice con todo mi corazón. Y a partir de ahí el parto es más sensible, pero también muy liberador”, apuntó el ganador del Oscar, quien aseguró que la cinta es la interpretación de una realidad que surgió de digerir sus experiencias y memorias: “Ese lugar entre la imaginación de un evento y la realidad es el Bardo”.

La película, que dura alrededor de tres horas, narra el viaje de Silverio Gama, un prestigioso periodista y documentalista mexicano, interpretado por Daniel Giménez Cacho, quien, tras recibir un prestigioso premio, se ve obligado a regresar a su país de origen, sin saber que esto lo llevará a un límite existencial.

Bardo, también profundiza sobre los conflictos que pueden venir con el éxito y la dualidad que éste representa: “Mi padre tuvo una relación con el éxito complicada porque lo tuvo heredado y luego lo perdió todo. Él decía que hay un gran riesgo cuando lo tienes: uno era la tentación al orgullo, a la soberbia que te intoxica y por el otro lado, la inevitable pérdida del éxito que te lleva al dolor”, expresó.

El director de Birdman y El Renacido, agregó que “el éxito, aunque parece difícil de entenderlo, es algo que deseas pero que al mismo tiempo puede crearte una cantidad de expectativas, responsabilidades de uno mismo y exigencias propias y de los demás”, y añadió que para él, el éxito ha representado un camino de aprendizaje, por lo que le pareció importante incluir esto en la cinta.

Bardo (o falsa crónica de unas cuantas verdades) es la primera película que Iñarritu filma en México después de Amores Perros, del año 2000. La cinta, producida por Netflix, aspira al máximo galardón de La Mostra que se entregará el 10 de septiembre. El elenco está compuesto por Daniel Giménez Cacho, Griselda Siciliani, Íker Sánchez Solano y Ximena Lamadrid. Asimismo, la dirección de arte está a cargo de Eugenio Caballero, y Darius Khondji fue el encargado de la fotografía.

Netflix anunció que el estreno de Bardo en salas mexicanas será el 27 de octubre de este año y que posteriormente llegará a la plataforma de streaming el 16 de diciembre.

Ovacionan a cate blanchett

El drama de Todd Field, Tár, en el que Cate Blanchett interpreta a una famosa compositora envuelta en un escándalo público, recibió una ovación de seis minutos en el Teatro Sala Grande. Las excelentes críticas que ha recibido la película apuntan a que la actriz, quien ya cuenta con dos premios de la academia, podría obtener su octava nominación al Oscar.

Blanchett se mostraba sorprendida tras la reacción del público, tenía los ojos empañados cuando Alberto Barbera, director de La Mostra, tomó su mano y ella respondió con una reverencia mientras los aplausos continuaban. Cuando cesaron las ovaciones, la artista agradeció conmovida y le dijo a un miembro de su equipo: “Tomemos un trago”.