Estreno de la Cineteca Nacional

“El gran cuento de los Osos”: una animación que une tradición, fantasía y diversión

La película aprovecha el encanto y expresividad de la animación 2D para contar una emotiva reflexión de los lazos entre padre e hijo; "El Gran Cuento de los Osos" se basa en el libro de Dino Buzzati

“El gran cuento de los Osos”: una divertida animación disponible en la Cineteca Nacional
“El gran cuento de los Osos”: una divertida animación disponible en la Cineteca NacionalEspecial
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Luego de que durante varios años las propuestas realizadas en CGI resultaban tan entrañables como visualmente sorprendentes, hoy el panorama —salvo en contadas excepciones— se ha convencionalizado, y por ello resulta una muy agradable sorpresa encontrarse con películas como “El gran cuento de los Osos”, coproducción entre Italia y Francia que ofrece una bocanada de aire fresco al recurrir a una manufactura mucho más tradicional.

Sin embargo, eso no es todo y es que además se convierte en una muestra de los alcances que esto puede llegar tener, cuando por encima de la técnica, se apunta a lo artístico y lo conceptual, sin temor a ofrecer pequeñas variantes a las usuales formas narrativas.

Fotograma de "El gran cuento de los Osos"
Fotograma de "El gran cuento de los Osos"Especial

Así pues, retomando el libro infantil de Dino Buzzati, que gira alrededor del secuestro del hijo del Rey de los Osos, quien por ello se ve obligado a invadir los dominios del hombre, mientras la llegada del invierno recrudece la situación de su pueblo; el director e historietista italiano Lorenzo Mattoti —ganador del Premio Eisner, el reconocimiento más importante del mundo de las viñetas—, desarrolla una aventura de fantasía impulsada por un agridulce espíritu festivo.

Aprovechando el encanto y la expresividad de la animación en 2D, encuentra lo deslumbrante de la simpleza y la inquietud de la atemporalidad, asumiendo la profundidad de ciertos temas cuando es necesario, sobre todo hacia su segunda mitad que adquiere una mayor complejidad.

El diseño angulado de los personajes y la marcada simetría de las composiciones, cuya vitalidad obedece a la partitura musical que las acompaña, y que mantiene cierto aire marcial que nos recuerda los clásicos de mediados del siglo pasado, redunda en pasajes coloridos que bordean lo alucinante, y aunque por breves momentos el desarrollo se precipita, la estructura se mantiene gracias a la claridad de las líneas arguméntales.

Así pues, “El gran cuento de los Osos” es una emotiva reflexión sobre los lazos entre padre e hijo, con un discurso social inteligente de fondo acerca de la pérdida de la identidad, y una exposición crítica de la voracidad que caracteriza a los sistemas políticos.

Fotograma de “El gran cuento de los Osos”
Fotograma de “El gran cuento de los Osos”Especial

Es ligera y divertida en su desarrollo, así como bella y sugestiva en su acabado, pero sobre todo transita lejos de falsas pretensiones o regodeos intelectuales, por lo que se convierte en una fábula tan disfrutable para los niños como para los adultos.

Se presentó en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara y no tardará mucho en llegar a la cartelera comercial, pero por lo pronto es una gran opción dentro del programa de la edición 69 de la Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional, que actualmente se encuentra en curso.