Estreno

Sólo una mujer: ¿Por qué ver la poderosa película sobre un feminicidio real?

“Sólo una mujer” se estrena en la Cineteca Nacional; te decimos por qué debes ver esta poderosa película sobre un feminicidio real

Sólo una mujer: ¿Por qué ver la poderosa película sobre un feminicidio real?
Sólo una mujer: ¿Por qué ver la poderosa película sobre un feminicidio real?Especial
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La naturalidad de la honesta comunión entre imagen y voz en off, hace de la secuencia inicial de “Sólo una mujer”, una síntesis abrumadora que así como derrocha dinamismo en el transitar de la cámara al referir el cotidiano femenino, hace eco de la realidad convertida en sentencia, para llevar su título al nivel de declaración de principios y como un concepto a desarrollar y contrastar con la más que necesaria exigencia de atender y detener los crímenes de género.

Es desde ahí que la directora Sherry Hormann —“Flor del desierto” (2009)— establece el tono y el fondo del relato, sin que le tiemble la mano al acercarse a la complejidad de los hechos reales que refiere.

Con el sentido de fatalidad siempre presente y producto de una conclusión ya revelada, y la frescura de la estética y el ritmo ligero que incluso se mantendrá en los momentos de mayor intensidad, acentúa aún más lo terrible de las situaciones, sin que por ello caiga en el amarillismo, la manipulación o la simple denuncia. 

Y es que si, la protagonista es una como todas, es decir con el derecho indiscutible a vivir sin temor y decidir sobre sí misma, pero también es más que otro caso destinado a las noticias y a ser archivado por las autoridades, ella tiene rostro y nombre, y aquí eso también lo reivindica.

Claro que el bastión de esta propuesta que evita cualquier atisbo de literalidad y costumbrismo en el tratamiento, es el encanto que proyecta la actriz Almila Bagriacik —“En el fuego (2020)—, al interpretar a una joven de ascendencia turca que se atreve a romper con los lineamientos religiosos a los que obedece su familia avecindada en Alemania, detonando la furia ante la supuesta deshonra y el fanatismo religioso.

Sin aspavientos o excesos emocionales, explora los matices de los sentimientos que le genera al personaje el enfrentamiento de las necesidades como individuo, con el cariño que tiene por sus padres y sus hermanos, y así como el riesgo que corre su integridad que nunca termina de dimensionar.

Por si fuera poco, los insertos con imágenes documentales de la chica en cuestión, y los congelamientos fotográficos que acentúan gestos y miradas específicas del resto de los implicados, tienen siempre un sentido dramático que empuja a la reflexión detonando la brutal humanidad del testimonio, pero manteniéndose digerible hasta para quienes rehúyen a este tipo de temas en el cine y solo acostumbran los productos de evasión.

Así entonces, la tradicional Muestra Internacional de la Cineteca vuelve a acertar con un título de altos valores cinematográficos, de una lamentable vigencia y un total compromiso con nuestro contexto.

rc