Naomi Sofía Figueroa Álvarez, quien recientemente ocupó un puesto en el gobierno municipal de Guadalajara, confesó haber participado en un ritual de santería que incluyó el sacrificio de un perro.
La exfuncionaria admitió su participación en el sacrificio del animal durante una transmisión en vivo en TikTok, lo que ha desatado indignación en redes sociales.
De acuerdo con información publicada por el diario Reforma, Figueroa Álvarez trabajó dentro de la Dirección de Colmenas y Centros de Cuidado Comunitarios, parte de la Coordinación General de Construcción de la Comunidad.

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Ingresó al cargo el pasado 18 de marzo y percibía un sueldo mensual bruto de 18 mil 400 pesos, además de beneficios adicionales por concepto de despensa y transporte.
Más allá de su rol administrativo, Figueroa está en el ojo del huracán por su propia confesión. En el video difundido en redes sociales, la exservidora reveló que había pagado por un ritual vinculado a la religión Orisha —una práctica de origen afrocaribeño— en el cual se sacrificó un perro.
“Yo, por ejemplo, tuve que hacer un sacrificio muy grande, porque le cortaron a un perro...”, narró mientras imitaba con la mano un corte en la garganta. Añadió que realizó el ritual “para que me quitaran a mis enemigos del camino”, sobre lo que, advirtió: “Todos caen, todos caen y todos van a caer”.
El escándalo ha arrojado luz también un presunto vínculo familiar. Naomi Sofía Figueroa Álvarez sería hija de Susana Priscila Álvarez Hernández, quien dirigió el Instituto Municipal de Atención a la Juventud (IMAJ) y fue sancionada en 2019 por haber viajado sin autorización oficial, además de haber sido señalada por un presunto desfalco.
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cehr