México es uno de los países con mayor cantidad de sitios culturales y monumentales del mundo. Con 35 sitios inscritos en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, es la nación que más distinciones de este tipo posee en América.
La riqueza patrimonial es visible en cada uno de sus 32 estados. En el norte, la región destaca por sus antiguas ciudades mineras, las cuales formaban parte de la Ruta de la Plata. En el altiplano central, la herencia virreinal se muestra en todo su esplendor en algunas importantes edificaciones y, en los estados del sur, los antiguos yacimientos prehispánicos resguardan cientos de años de historia de las antiguas civilizaciones.
En La Razón te recomendamos algunos lugares con motivo del Día Internacional de los Monumentos y Sitios, una fecha que busca sensibilizar acerca de la importancia de nuestros lugares más emblemáticos, preponderando la necesidad de su conservación y protección.
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1.- Centro histórico de Durango. Forma parte del Camino Real de Tierra Adentro, utilizado en la época colonial para transportar plata, lo cual le confirió a lo largo de los años una diversidad de estilos arquitectónicos, como el neoclásico, barroco y neogótico. Aquí destacan la Catedral de la Inmaculada Concepción, la antigua estación del ferrocarril, así como algunos museos, como el de la Ciudad, que conserva murales de Francisco Castro Leñero.
2.- San Miguel de Allende y Santuario Jesús de Atotonilco. Resguarda algunos de los edificios mejor conservados de la época colonial, como la Parroquia de San Miguel Arcángel, la cual despunta sobre el horizonte recién se entra a la ciudad. A pocos minutos del casco histórico se encuentra el Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco, apodado la “Capilla Sixtina mexicana”, pues su interior está cubierto de murales, esculturas y pinturas al óleo pertenecientes al llamado barroco popular mexicano.
3.- Centro histórico de Morelia. La cantera rosa fue el material predilecto para la construcción de la mayoría de monumentos y edificios de esta ciudad. Clave en el movimiento de Independencia, en sus calles se fusionan los conceptos del Renacimiento español con la herencia mesoamericana. Entre sus 200 edificios históricos, la Catedral, el Acueducto y el Centro Cultural Clavijero son paradas obligadas.
4.- Oaxaca y Monte Albán. Con una milenaria historia en la que los protagonistas fueron los olmecas, zapotecas y mixtecas, la zona arqueológica es un extraordinario ejemplo de la antigua sabiduría prehispánica. A sus pies, la capital oaxaqueña reluce entre sus diversos estilos arquitectónicos —como la catedral y su profusa decoración dorada al interior— y sus mil monumentos que hablan de sus más de cuatro siglos de arte e historia. La gastronomía es algo que tampoco puedes pasar desapercibido.
5.- Ciudad fortificada de Campeche. Bañada por las aguas del Golfo de México, la atmósfera de este antiguo emplazamiento defensivo fusiona la tradición caribeña con la española. Sus calles adoquinadas conducen a las espectaculares murallas y baluartes, así como a sus iglesias, como la de San Francisquito o la Catedral de Nuestra Señora de la Concepción, desde donde se puede caminar al malecón.
6.- Zona arqueológica de Uxmal. Una de las ciudades mayas más antiguas que se conservan sorprende desde el primer momento con la Pirámide del Adivino en primer plano, única edificación con planta redonda del mundo maya. La Plaza de los Pájaros, el Juego de Pelota y el Palacio del Gobernador complementan el atractivo visual de esta antigua urbe.
