Nayarit vuelve a colocarse en el mapa del turismo deportivo y de naturaleza con el Reto Jala 2025, una espectacular maratón de ciclismo de montaña que se celebrará el próximo 2 de agosto en el corazón de su zona volcánica. La sede será el encantador Pueblo Mágico de Jala, conocido por su arquitectura colonial, sus tradiciones vivas y el imponente volcán El Ceboruco, que vigila silencioso desde las alturas.
Más de 500 ciclistas de todo el país participarán en esta competencia que ofrece dos recorridos: 40 o 60 kilómetros entre senderos de piedra volcánica, bosques de niebla y caminos rurales que muestran el rostro más puro del sur de Nayarit. Entre los invitados destacan Gerardo Ulloa, atleta olímpico y medallista panamericano; Ana Ruth Clark, tres veces campeona nacional de ciclismo femenil, y Jorge Adán Cota, especialista en pruebas de fondo. Con esta edición, el Reto Jala se posiciona como uno de los eventos de MTB (ciclismo de montaña) más importantes del verano y pieza clave de la estrategia estatal “Nayarit lo tiene todo”, impulsada por la Secretaría de Turismo local.

El Dato: Para más información y registro al atractivo maratón de ciclismo Reto Jala 2025, consulta la página oficial: https://sabinomx.com/retojala/

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Los organizadores lo resumen así: “Reto Jala no sólo es una carrera, es una celebración del deporte, la cultura y la naturaleza mexicana”. Y no exageran: a la par de la competencia, el evento es también una oportunidad para descubrir uno de los rincones más sorprendentes del país, tanto por su geografía volcánica como por su oferta histórica, espiritual y gastronómica.
La Ruta Volcánica del sur de Nayarit es mucho más que una postal: es una aventura activa, espiritual y sensorial. Ya sea por la emoción del ciclismo, el ascenso a un volcán vivo, la tranquilidad de una laguna o el sabor del maíz ancestral, este rincón del país se convierte en uno de los polos turísticos emergentes más completos del occidente mexicano.
Paradas imperdibles. Más allá de la carrera, la zona ofrece paisajes, sabores y memorias que hacen de esta experiencia algo mucho más profundo. Aquí, cinco lugares que no pueden faltar en tu itinerario si visitas Nayarit durante el Reto Jala:
1. Jala y volcán El Ceboruco. Centro neurálgico del evento, Jala combina calles empedradas, templos del siglo XIX, cultivos únicos de maíz gigante y vistas de ensueño. Desde aquí se puede ascender al volcán El Ceboruco, uno de los pocos activos en México que puede explorarse. El trayecto es ideal para el senderismo o ciclismo de montaña, y ofrece cráteres, fumarolas y miradores naturales.

2. Ixtlán del Río y las ruinas de Los Toriles. Muy cerca de Jala se encuentra Ixtlán del Río, con su famosa zona arqueológica Los Toriles, donde se conservan estructuras circulares únicas en Mesoamérica. Este sitio es testimonio de la riqueza prehispánica de la región y un punto clave para entender el pasado profundo de Nayarit. Además, las aguas termales de los alrededores son perfectas para relajarse y descansar después de una larga ruta.

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3. Santa María del Oro y su laguna volcánica. A poco más de una hora del punto de partida, la laguna de Santa María del Oro es uno de los paisajes más impresionantes del estado. De origen volcánico, sus aguas cambian de color según la luz del día y el clima. Aquí se puede nadar, remar, acampar o simplemente disfrutar del silencio rodeado por montañas.

4. Ahuacatlán y los caminos del café. Rodeado de montañas, Ahuacatlán es conocido por su café de altura, sus cultivos y su ambiente rural. Las rutas de ciclismo en los alrededores permiten recorrer senderos con aroma a pino y café. Es también un lugar ideal para experimentar la vida de pueblo, con mercados tradicionales y pan de horno.

- El Tip: Lleva ropa cómoda y calzado deportivo. En los lugares organizan los tours a precios más económicos.
5. Gastronomía de Jala: maíz, nieve y pan. Jala no sólo se recorre en bicicleta: también se saborea. Su elote gigante, cocido con sal y limón, es parte del orgullo local, al igual que el atole morado y las nieves artesanales de zapote, elote o mango. El pan de horno, con recetas heredadas por generaciones, es perfecto para acompañar una tarde en la plaza principal. Comer aquí es, sin duda, parte esencial del viaje.


