El desierto de Sonora no perdona. Sus dunas abrasadoras, los vientos que se arremolinan entre cañones y los paisajes lunares que parecen no tener fin se convierten, por un fin de semana al año, en escenario de una de las competencias más exigentes y espectaculares de México: La Gran Carrera del Desierto de Sonora. El próximo mes de octubre llega a su cuarta edición con más de 600 atletas nacionales e internacionales dispuestos a medir sus fuerzas contra un entorno que exige determinación, disciplina, resistencia y respeto.
- El Tip: Llegar con anticipación y seguir las instrucciones con disciplina. Es importante por las complejidades de un lugar como el desierto.

La justa ha dejado de ser sólo una competencia de trail running. Es un acontecimiento que combina deporte, cultura y turismo, y que posiciona a Sonora como un destino de aventura con proyección internacional. Las rutas: 10, 25, 35, 50 y 75 kilómetros fueron diseñadas para desafiar tanto la fortaleza física como la mental. No se trata únicamente de correr, sino de convivir con uno de los ecosistemas más imponentes del planeta y aprender de su dureza, por su clima extremo.
Uno de los elementos que distingue a esta edición es la participación de corredores rarámuri de la Sierra Tarahumara, totonacas de Puebla y atletas Tohono o’odham de Arizona. Estas comunidades, reconocidas por su resistencia legendaria, aportan no sólo la capacidad física, sino una visión espiritual del acto de correr. Para ellos, el movimiento constante sobre la tierra es un diálogo con la naturaleza, y su presencia convierte a la competencia en un gran encuentro cultural sin precedentes.

El evento también es una ventana para mostrar el potencial turístico de Sonora. Puerto Peñasco, sede de la carrera, se transforma en epicentro de actividades deportivas y recreativas. Más allá del impacto económico, se estima una derrama de más de cinco millones de pesos. La Gran Carrera busca consolidar un modelo de turismo sostenible en el que los visitantes descubran la riqueza natural y cultural de la región.
Quienes se han atrevido a conquistar el desierto, saben que se trata de una experiencia transformadora. El ultramaratonista Pablo Gil, ganador en 2022, lo resume con claridad: “Correr de noche en medio de las dunas durante 75 kilómetros es indescriptible. La sensación de inmensidad y silencio, sumada a la seguridad que brinda la organización, hacen que esta carrera sea una gran experiencia única en el mundo”.

Historias como la de Gil se suman a las de atletas de élite de distintas nacionalidades que han dejado huella en ediciones previas. Desde el brasileño Fernando Nazario hasta la canadiense Chloe Behrman, cada uno ha demostrado que la grandeza del desierto no se mide en metros recorridos, sino en la capacidad de resistir, adaptarse y vencer.
La Gran Carrera del Desierto es también una invitación a prolongar la estancia en Puerto Peñasco. El entorno ofrece experiencias que complementan el esfuerzo deportivo con descanso, exploración y gastronomía. No se trata sólo de correr, sino de vivir el desierto en toda su dimensión.

Más que un evento deportivo, la Gran Carrera del Desierto de Sonora 2025 es un manifiesto de resistencia y diversidad. Una prueba en la que los atletas desafían los límites del cuerpo, mientras los visitantes descubren que en el desierto hay mucho más que arena y silencio: hay cultura viva, hospitalidad y grandes experiencias que conquistan el alma y el corazón.
Para más información e inscripciones se puede ingresar al sitio web oficial https://www.grancarreradeldesierto.com.mx/


