En tiempos donde la desconexión digital se ha vuelto un lujo, acampar recupera su fuerza como una de las experiencias más completas para redescubrir la naturaleza, reencontrarse con uno mismo y convivir en comunidad. México, por su vasta diversidad geográfica, cuenta con múltiples escenarios perfectos para extender una casa de campaña, encender una fogata y dormir bajo el cielo estrellado. A continuación, cinco lugares imprescindibles que destacan no sólo por su belleza, sino también por las actividades extra que enriquecen la experiencia.
- El Tip: Planifica tu viaje y lleva suficiente agua y calzado cómodo para los recorridos en montañas y terrenos accidentados; no interactúes con la fauna silvestre.
1. NEVADO DE TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO. Una de las montañas más emblemáticas del país, a más de cuatro mil 600 metros sobre el nivel del mar. Su atractivo principal son las lagunas del Sol y de la Luna, enclavadas en el cráter volcánico. Acampar aquí exige preparación y respeto por la altitud, pero recompensa con amaneceres espectaculares.
ACTIVIDADES EXTRA: senderismo hacia los picos nevados, fotografía de alta montaña, recorridos en bicicleta de montaña por las faldas y observación de flora endémica.
2. PARQUE NACIONAL EL CHICO, HIDALGO. Fundado en 1898, es el primer Parque Nacional de México y uno de los lugares favoritos para los campistas del centro del país. Sus bosques de pino, oyamel y encino, junto con sus formaciones rocosas como “Las Monjas” o “La Muela del Diablo”, lo convierten en un paraíso para la aventura y el descanso.
ACTIVIDADES EXTRA: escalada en roca, senderismo por rutas boscosas, ciclismo de montaña, observación de aves y paseos por antiguos pueblos mineros cercanos, como Mineral del Chico.
3. SIERRA GORDA, QUERÉTARO. Área Natural Protegida declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, ofrece bosques, ríos y cascadas en un mosaico de ecosistemas. Acampar en este destino es convivir con la naturaleza en estado puro, con la posibilidad de escuchar el canto de las aves y el rumor de arroyos durante la noche.
ACTIVIDADES EXTRA: senderismo interpretativo por cañones y cuevas, descenso en rappel en cascadas, observación de aves, como el guacamayo verde, y visitas a las misiones franciscanas del siglo XVIII.
4. PARQUE NACIONAL CUMBRES DE MONTERREY, NUEVO LEÓN. Ubicado en la Sierra Madre Oriental, este parque es uno de los más grandes de México. Sus cañones, como el de La Huasteca, y sus cimas, como el Cerro de la Silla, ofrecen paisajes imponentes que lo convierten en un punto de encuentro para montañistas y campistas experimentados.
ACTIVIDADES EXTRA: escalada en roca, exploración de cuevas, ciclismo de montaña y recorridos a cascadas, como la Cola de Caballo. En noches despejadas, el cielo estrellado se convierte en un espectáculo inigualable.
5. LA MALINCHE, TLAXCALA–PUEBLA. El Parque Nacional Malintzi ofrece bosques de pino y oyamel en las faldas del volcán La Malinche, a más de cuatro mil 400 metros de altitud. Es uno de los sitios predilectos para acampar y entrenar en altura cerca de la Ciudad de México, con clima fresco y senderos bien señalados.
ACTIVIDADES EXTRA: ascensos guiados hasta la cima, fogatas bajo cielos despejados, recorridos en bicicleta de montaña, cabalgatas por senderos forestales y campamentos educativos de orientación y supervivencia.
UNA EXPERIENCIA INTEGRAL. Cada uno de estos destinos reúne lo mejor de la naturaleza mexicana: montañas que rozan el cielo, bosques que respiran historia, selvas protectoras y cañones colosales. Acampar en ellos no sólo es instalar una tienda y pasar la noche, sino abrir la posibilidad de realizar actividades que van desde deportes de aventura hasta la contemplación silenciosa de los astros.
En un país con más de 60 áreas naturales protegidas y ecosistemas que van del desierto al trópico húmedo, el camping se consolida como una alternativa sostenible para viajar, más económica y consciente. Dormir al aire libre, cocinar a la leña y caminar entre paisajes únicos se convierte en un recordatorio de que, a pesar de la modernidad, la naturaleza sigue siendo el mejor refugio.
Con estos cinco destinos, México confirma que acampar no es sólo una aventura: es también una manera de reconectar con lo esencial y vivir, aunque sea por unos días, al ritmo del sol, el viento y las estrellas.