Sabores que cuentan historia

La gastronomía mexicana celebra su día

Este 16 de noviembre, nuestro país honra la diversidad y riqueza de su cocina; dos chefs reflexionan sobre su lugar en el mundo y el futuro del sabor nacional

El chef Alex Ruiz es embajador de la cocina oaxaqueña. Foto: Especial

Cada 16 de noviembre, México celebra con orgullo el Día Nacional de la Gastronomía Mexicana, instaurado en 2016 para rendir homenaje a una tradición que, en 2010, la UNESCO declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. No se trata sólo de una fecha festiva, sino de un recordatorio de lo que somos: un país que ha hecho del fogón un símbolo de identidad, arte y resistencia.

El chef Alex Ruiz, embajador de la cocina oaxaqueña y figura central en la proyección internacional de los sabores mexicanos a través de la señal de TV de paga El Gourmet, lo tiene claro: “Yo creo que estamos entre las cinco mejores cocinas del mundo. Para mí, será siempre la mejor, pero hay que reconocer que la cultura gastronómica en muchas regiones es muy importante. México no se queda atrás”. Y las cifras lo confirman: según el ranking de TasteAtlas 2025, la gastronomía mexicana ocupa el tercer lugar global, sólo detrás de Italia y Japón.

  • El Tip: La serie culinaria Los imperdibles de México trae una selección especial de los mejores lugares para encontrar las raíces y tradiciones a través de la gastronomía.

Alex Ruiz, al frente de Casa Oaxaca y otros proyectos culinarios en su estado, ha visto cómo el mundo pasó de considerar nuestra cocina como algo “folclórico y vasto” a reconocerla como arte.

“La gastronomía mexicana ha evolucionado desde su esencia. Sigue siendo la misma, pero con diferentes interpretaciones. Esa evolución le ha permitido tener finalmente un reconocimiento internacional”, comenta.

El chef destaca que esta transformación no ha implicado renunciar a las raíces, sino revalorarlas con recetas que reinventan la gastronomía.

“Hoy se habla de los chiles, los elotes, los frijoles. Y si mencionamos platos reconocidos, ahí están el taco, los tamales, los moles. Gracias al trabajo conjunto entre cocineros, productores, periodistas y campesinos, México ha sabido compartir su autenticidad con el mundo”, resalta.

Sobre lo que más conquista al paladar extranjero, Alejandro Ruiz no duda: los moles oaxaqueños, las memelas de mercado, los chiles en nogada, la cochinita yucateca o el aguachile del norte. “La gente que viaja por la comida es culta. Ya sabe a qué viene: a probar cultura, a vivir una experiencia a través de la cocina. Hoy muchos turistas eligen su destino por lo que van a comer”, explica.

Entre sus platillos favoritos, menciona tres esenciales: el taco —“en todas sus presentaciones”—, una tlayuda bien hecha y un aguachile sinaloense. Pero si se trata de su cocina, el orgullo es una tostada de maíz azul con guacamole, chapulines, chicatanas y gusanos de maguey salteados, coronada con rabanitos, aguacate, cilantro, chepiche y mayonesa de insectos. “Tiene 30 por ciento más proteína que la carne y sin químicos. Es un sabor ancestral, puro y muy mexicano”, resalta Alex Ruiz.

  • El Dato: En todo México, sólo dos restaurantes tienen dos estrellas Michelin: Quintonil (Jorge Vallejo) y Pujol (Enrique Olvera), ambos en Ciudad de México.

A lo largo de tres décadas de trayectoria, ha impulsado proyectos que celebran la diversidad de su tierra: Casa Oaxaca, Las Barbacoas de México, Baja California, El Vino y la Sal y Portozuelo. Todos parten del mismo principio: respetar el origen y honrar el producto. “No me aburro; cada restaurante tiene su identidad. Lo importante es mantener viva la esencia de lo que somos”.

Eduardo Osuna es responsable del restaurante Ayolí en San Miguel de Allende. ı Foto: Especial

“Lo bonito de México —añade— es que puedes comer de lujo en un restaurante con estrellas o en un mercado con leña y comal. En ambos casos, comes historia”.

Otro de los chefs que se suma a esta celebración es Eduardo Osuna, responsable del restaurante Ayolí, en el hotel Cleviá de San Miguel de Allende, quien define su propuesta como cocina mexicana contemporánea. “Nuestra esencia sigue siendo la misma, pero presentada con una mirada actual”, señala.

Entre sus platillos destacan las carnitas de pato y un vistoso huachinango a la veracruzana cocinado en papel celofán italiano. Para el chef Eduardo Osuna, el secreto está en el equilibrio: “No hay que alterar los sabores que nos representan, sino reinterpretarlos con respeto y orgullo. La cocina mexicana no necesita disfrazarse, sólo contarse de una forma distinta”, concluye.

Una gran oferta

  • Lugares imperdibles de comida tradicional mexicana.
  • Restaurante Nicos: Cocina mexicana clásica y refinada (CDMX)
  • Casa Oaxaca: Alta cocina oaxaqueña con raíces locales (Oaxaca)
  • Néctar: Cocina yucateca contemporánea (Mérida, Yucatán)
  • Mercado de Tlacolula: Comida tradicional de humo y maíz (Oaxaca)
  • Taquería El azul: Especialidad en carnitas (CDMX)