La marca cumple dos décadas en México

Mi Gusto Es, el sueño de “cuatro locos”

La cadena de restaurantes cuenta con 15 sucursales en el país; cada año atiende a más de 500 mil comensales, afirman sus fundadores

La empresa cuenta con más de 500 colaboradores; apostará por reducir el tamaño de sus unidades para ofrecer un servicio más personalizado y de mayor calidad.
La empresa cuenta con más de 500 colaboradores; apostará por reducir el tamaño de sus unidades para ofrecer un servicio más personalizado y de mayor calidad.Foto: Especial
Por:

Edgardo, Gaby, Humberto y Mari son los cuatro fundadores de la empresa Mi Gusto Es. Así de sencillos son, sin presentaciones rimbombantes. Son exitosas mujeres y pujantes hombres de negocios orgullosamente mexicanos, que conforman dos matrimonios. Son gente que “viene desde abajo, de trabajo”, como ellos mismos se definen.

 Su humildad y cercanía con la clientela se reflejan en la pasión y cuidado que ponen en cada uno de los platillos y bebidas que ofrecen en el restaurante de mariscos estilo Sinaloa y Sonora, el cual festeja 20 años con la reapertura de su sucursal en Santa Fe, en la Ciudad de México.

Los cuatro  fundadores planean crecer la marca y van por nuevos negocios.
Los cuatro fundadores planean crecer la marca y van por nuevos negocios.Foto: Especial

 ¿Dónde nació la idea de Mi Gusto Es? En la mente de estos “cuatro locos” que somos, responde con una carcajada la gerente operativa, Maricela Valverde –Mari–, quien asegura que su esposo, Humberto Herrera -Beto-, también gerente operativo, la involucró en el emprendimiento “para mantenerla ocupada, porque daba mucha lata”, y fue ahí donde encontró su gran talento para dirigir el Centro de Distribución de Mi Gusto Es.

¿Dónde arranca este sueño y hasta dónde los ha llevado? Iniciamos en la colonia Narvarte, responde Beto, en un pequeño local con cinco mesas y tres periqueras, más otros dos tableros de lámina en la calle de una marca cervecera. Hoy contamos con 500 colaboradores y más de medio millón de visitantes por año en las 15 sucursales con las que contamos. Con el paso del tiempo, el negocio creció y los empresarios sumaron al grupo a los restaurantes Culichioso y Tebori, así como la pastelería Dulce Rojo.

 

¿De dónde surge el nombre de Mi Gusto Es? De la canción del autor Alfonso Esparza que lleva el mismo nombre. Es un himno icónico en Sinaloa. Nosotros somos oriundos de Sonora, Sinaloa y Ciudad de México, por lo que era una añoranza traer los platillos sinaloenses a esta ciudad. Hace 20 años nos convertimos en pioneros de comida basada en mariscos en la capital.

 

¿Creyeron desde un inicio en el emprendimiento? Yo no, responde la gerente administrativa, Gabriela Rodríguez –Gaby–. Le decía a mi esposo, Edgardo Estrada –a quien de cariño llaman Nono–, que dejara ese negocio de cuatro mesas, porque resulta que los cuatro nos casamos justo el año que empezamos con Mi Gusto Es y mi esposo se la pasaba trabajando entre semana en su empleo habitual y los fines de semana en el restaurante. “¡Yo quería salir, divertirme, porque estaba recién casada! Hoy, nuestra hija le dice a mi esposo: “¡qué bueno que no le hiciste caso a mi mamá!” Luego de 20 años estamos con esta historia de éxito. Mi Gusto Es se traduce en un grupo de “locos” emprendedores, inquietos; dos matrimonios de amigos que hemos hecho una simbiosis padrísima. Estamos muy orgullosos de llegar a estos 20 años. Nunca lo hubiera creído y estamos muy emocionados por seguir adelante 

¿En qué se inspiraron para los colores de la marca? En un inicio, la temática del restaurante la diseñamos nosotros. Veníamos de estados beisboleros y optamos por esa ambientación, señala Nano,  también gerente operativo.

 Sin embargo, para la apertura de la quinta sucursal en Polanco, decidimos invertir en un diseño de imagen. Ese momento fue un parteaguas para decidir estandarizar la ambientación de todas las sucursales para enfilarse a la construcción de una marca perfectamente definida. Tratamos de estar en una mejora continua. 

 La diseñadora que nos propuso los colores rosa mexicano, con mezcla de violeta y amarillo, se inspiró en los atardeceres de las playas de Mazatlán.  

¿Qué tan solvente, desde el punto de vista financiero, está el grupo? Totalmente solvente, dice Beto. Hemos tenido asesorías de profesionales que nos han permitido evitar recurrir a la deuda. Incluso en pandemia no tuvimos endeudamiento con nadie, salvo los pasivos corrientes con proveedores, resultado del gran trabajo administrativo, y a pesar de que nuestras ventas cayeron 90 por ciento en ese momento de crisis sanitaria, actualmente somos una empresa sana.

¿Es cierto que encontraron una mina de oro en el estado de Guerrero? Así es, señala Beto. Hay un pueblo en esa entidad que se llama Xochistlahuaca. Es nuestra mina de oro, porque tenemos 125 personas que trabajan en la empresa, que equivalen a 25 por ciento de nuestra plantilla, nacidos ahí. Muchos de ellos no hablan castellano, sino un dialecto que se llama amuzgo y son personas sumamente trabajadoras y comprometidas. Estamos muy orgullosos y agradecidos de tenerlos trabajando con nosotros.

 

Beto, ¿cómo describes Mi Gusto Es? Es un lugar hecho por amigos para pasarla bien y comer delicioso; somos obsesivos con la experiencia de sabor y siempre estamos en busca de nuevos platos que vayan con un estilo muy nuestro. Incorporamos siempre nuevas ideas, le damos nuestro propio estilo a recetas clásicas, queremos que siempre nuestros visitantes encuentren algo que no está en ningún otro restaurante.

¿Hacia dónde va el grupo en los próximos años? Retomar el crecimiento que teníamos hasta antes de la pandemia de Covid-19, responde Nano. Además, estimamos que a finales de año estaremos abriendo otra sucursal.

Mi Gusto Es seguirá innovando en platillos, calidad del servicio, imagen y diseño.

Hemos decidido reducir el tamaño de las unidades, porque estamos apostando al servicio y en locales grandes a veces eso resulta más complicado. 

Para el resto del grupo, es decir, para Culichioso, con dos unidades; Tebori –restaurante japonés con una unidad– y la pastelería Dulce Rojo –con 21 establecimientos– vamos a seguir innovando para atraer a más clientes e incluso crear otras marcas. 

Nosotros no copiamos otros conceptos o productos. Día a día nos esforzamos por ser únicos y ofrecer a los visitantes lo mejor.