Y fue ayer el último día que Luis María Aguilar recorrió el pasillo central de la Suprema Corte de Justicia de la Nación rumbo a la calle Pino Suárez, en el Centro Histórico, como ministro, pues ha terminado su encargo. Lo hizo en una especie de pasillo que formaron trabajadores del máximo tribunal, quienes además le gritaron a su salida: “ese ministro sí me representa”. La despedida de Aguilar Morales se da en la parte final de una normalidad que cambiará en breve y que ya no tocará vivir a sus colegas, pues todos serán relevados según lo establece la reforma al Poder Judicial que llevó a cabo la 4T, por ministros que deberán ser electos el año próximo. Ha dicho por cierto Aguilar, quien el pasado presidió la Corte, que se va cuando el Poder Judicial enfrenta un momento muy difícil. “No creo que vaya a ser fácil encontrar una solución a lo que está pasando. La propuesta que se está haciendo no sé a dónde nos va a llegar. Cuando se consolide esta reforma judicial veremos cuál es el resultado”. Ahí el dato.