Nos alertan sobre el hecho de que los ataques a antros en Tabasco se empiezan a convertir en el método favorito de los grupos delictivos para los ajustes de cuentas. En dos meses y una semana se han cometido cuatro agresiones de este tipo, con un saldo de 19 muertos y 16 heridos. El asunto es delicado, pues el pleito entre dos cárteles está costando vidas de personas ajenas a la disputa, además de la zozobra que generan estas acciones. En el más reciente ataque, a una chelería ubicada en Villahermosa, los sicarios actuaron con violencia extrema, al prenderle fuego al local, dentro del cual ya había personas lesionadas, mismas que quedaron calcinadas. Dice el gobernador Javier May que en la entidad no hay “incertidumbre y terror, como algunos quieren hacer creer”, pero lo cierto es que la frecuencia de estos ataques a giros de alto impacto preocupa. Lo deseable, nos dicen, es que las autoridades hallen la forma de lidiar con esa herencia que recibieron. Veremos.

