Nos comentan que, al paso que va, Alfonso Durazo dejará una huella imborrable en Sonora, por el incremento en la incidencia de delitos de alto impacto en ciertas regiones. Es el caso del municipio de San Luis Río Colorado, en donde la ejecución de siete personas, el pasado domingo, fue sólo la punta del iceberg de una crisis de violencia que se vive en esta demarcación a partir de que Durazo asumió el cargo de gobernador del estado. Las cifras oficiales revelan que, durante los tres años completos que han transcurrido del sexenio del político morenista, los asesinatos se duplicaron en el municipio que nos ocupa. En el periodo 2022-2024 se presentaron 586 crímenes de este tipo, contra 285 de los tres años anteriores. Y entre un periodo y otro también crecieron otros delitos de alto impacto, como el secuestro, que se disparó en 400 por ciento, el robo a casa habitación, la extorsión y el abuso sexual. Durazo demostró que la seguridad no es lo suyo. De hecho, nunca lo fue. Uf.
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