Con nuevas esperanzas y sueños, ahora las mujeres en la Marina buscan llegar a ser las nuevas secretarías de Estado y dar un giro en la toma de decisiones del país.
Analí Trujillo, estudiante de Ingeniería en Sistemas Navales de la Heroica Escuela Naval Militar, dijo que estar en las Fuerzas Armadas (FA), más que una carrera es un proyecto de vida, ya que le ha enseñado a conocer sus límites.
La cadete de segundo año dijo a La Razón que su meta es demostrar que las mujeres en la Marina pueden llegar a cualquier cargo que se propongan, pues en su caso, desea ser la próxima secretaria del ramo.
“Mi meta es finalizar la carrera, llegar a ser alguien, marcar esa diferencia que México necesita y, en un futuro, demostrar que nosotras podemos ser lo que queramos. En mi futuro quiero llegar a ser hasta donde se me permita y, si se puede, llegar a ser la futura secretaria de Marina”, expresó.
Dijo que decidió entrar a la Marina porque se quería superar; además, desde muy pequeña quiso hacer un cambio, mostrar que podía y en la Escuela Naval puede lograrlo: “La escuela nos ayuda a la formación, a ser líderes y tomar las mejores decisiones para apoyar a la ciudadanía cada vez que lo necesite”.
La estudiante del Cuerpo General, Daniela Mendoza Alcántara, dijo que entrar a la Marina fue una decisión que tomó en familia, ya que siempre le interesaron las Fuerzas Armadas, pero también porque quiere llegar a cargos muy altos y demostrar que las mujeres siempre pueden.
Mencionó que pertenecer al 30 por ciento de las mujeres que representan a la institución es un orgullo y una muestra de que la paridad de género avanza y se afianza en la Marina, y que ahora su meta es llegar a cargos de mayor relevancia.
“Yo la verdad aspiro a lo grande; quiero llegar a ser capitán y si se puede, hasta almirante. Quiero hacer un cambio en la historia, pues decirle a las mujeres que sí se puede, ya que aquí estamos representándolas a todas”, agregó.
Mencionó que estar en la Marina significa proteger a todos los mexicanos en su vida cotidiana; además que, con el hecho de tomar la decisión de estar en las FA e independizarse de sus familias, comienzan una vida de decisiones propias.
El vicealmirante, Félix de Jesús Martínez, director de la Escuela Naval, dijo: “Me gustaría ver a una secretaria de Marina, a lo mejor ya no me lo permite, porque apenas en el 2008 fue cuando empezaron a ingresar mujeres aquí a la Heroica Escuela Naval Militar, pero van para allá, en un futuro cercano puede ser una secretaria de Marina”.
De los mil 115 electos de la Escuela Naval, 30 por ciento son mujeres y hay una alta demanda para que entren más.
Los hombres también buscan mejores oportunidades. Kalim Espinoza, quien también aspira a ser almirante o secretario, refirió: “Desde pequeño que crecí en Guerrero vi toda la región naval y me interesó mucho. Podía observar los ejercicios de búsqueda y rescate, y logré ver el Buque Escuela Cuauhtémoc; por ello me propuse algún día estar en la Semar”.