A inicios de la temporada de estiaje, al menos 13 por ciento de las presas del país ya presentan niveles críticos en su almacenaje total, lo que afecta directamente a 10 estados de la República, principalmente de la zona norte.
Las entidades que se verán con problemas de abasto, de seguirse presentando esta condición, son Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Querétaro, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas. Incluso, la presa Abelardo Rodríguez en Hermosillo, Sonora, y La Venta en Querétaro ya están en cero por ciento de su capacidad.
- El Dato: El domingo, académicos exigieron a la Conagua informar el impacto ecológico de la construcción de las presas en Sinoquipe, Puerta del Sol y Las Chivas en Sonora.
De esta manera, 28 de las 210 presas que monitorea la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se encuentran por debajo del 20 por ciento de su capacidad, pues informes de la dependencia aseguran que es el punto del nivel crítico.
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A ello se suma que, del total de embalses, 53 se encuentran por debajo del 40 por ciento, faltando aún lo más fuerte de la temporada seca, y en espera de que las lluvias comiencen a mitad del mes de mayo.
Al cierre de enero de 2025, el Monitor de Sequía de la Conagua reportó el incremento de áreas con sequía severa, extrema y excepcional, lo que afecta directamente a Coahuila, con 19 municipios secos; Chihuahua, con 67; Durango, con 25; Sinaloa, con 16; y Sonora con 72 localidades ya con estos tres tipos de sequía.
José Luis Luege Tamargo, exdirector de la Conagua, dijo que las lluvias desde 2023 dejaron un fuerte déficit, aunque con más afectación en el noroeste, que no se ha podido subsanar pese a que en 2024 se registraron más precipitaciones.
“Llovió más o menos en 2025, pero el noroeste no se recuperó, aunque sí se recuperó parte del centro norte. Los estados de Chihuahua, Sonora, parte de Sinaloa y parte de Durango iniciaron el año 2025 con muchos problemas, con bajos niveles de presas; por ello, lo que estamos viviendo es efectivamente consecuencia de la sequía del 2023”, explicó.
Señaló que tener 13 presas con niveles críticos es muy por debajo para el inicio de la temporada de estiaje, lo que puede generar dificultades en temas de abasto de agua potable o en la agricultura, pues hay posibilidad de que haya daños en las cosechas, lo que afecta también al mismo consumo nacional.
“Claro que tenemos problemas y se requeriría una política acorde a la situación, porque es necesario ver la importancia que tiene el apoyo a la tecnificación del riego agrícola, el apoyo a la selección de cultivos de mayor valor agregado y de menos consumo de agua”, destacó.
Agregó que, por el momento, deben existir muchas acciones preventivas en caso de que el año vuelva a ser seco, pues de no tener suficientes precipitaciones, el país sufrirá una crisis.
Por su parte, el diputado federal Ector Jaime Ramírez Barba aseguró que la falta de agua potable puede generar daños a la salud, ya que, en muchas comunidades, por la falta de ese recurso, se puede enfermar de gastroenteritis y diarreas, debido a las bacterias que contiene.
“Es muy difícil el tema porque el desabasto de agua potable puede representar muchos riesgos a la salud de las personas, pues si se acaba el agua, tienen que buscarla de cualquier lado y por ello, se contagian de diversas enfermedades por las bacterias”, indicó.
Señaló que los tres niveles de gobierno deben desde estos momentos buscar alternativas en los estados afectados para evitar cualquier tipo de emergencia, ya que el clima puede ser seco este año.
