La delegación de México aprovechó el segmento de alto nivel del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para mostrar el papel de las comunidades migrantes y solicitar que se respeten los derechos humanos de esas comunidades, ante las amenazas de deportaciones provenientes de Estados Unidos.
“Hacemos un llamado para que cualquier retorno de personas migrantes cumpla con el derecho internacional y respete el interés superior de la niñez, el principio de no devolución, las garantías procesales y la prohibición de expulsiones colectivas”, dijo el subsecretario de Asuntos Multilaterales mexicano, Enrique Javier Ochoa, desde Ginebra.
- El dato: Los mexicanos son casi la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, lo que inquieta al Gobierno, dijo el subsecretario Enrique Javier Ochoa.
Cada año millones de personas migran y sólo una minoría de ellas recurren a canales irregulares, pero “desafortunadamente” estos casos reciben toda la atención, lo que distorsiona la percepción de la migración, debilita su gobernanza y alimenta discursos de odio.
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Ellos son una gran aportación en los países de acogida, subsanando sus déficits de mano de obra, y en la pandemia de Covid fueron cruciales para mantener la economía de una buena parte de los países que hoy violan sus derechos, dijo.
Señaló que el Consejo de Derechos Humanos “no puede permanecer indiferente y debe exponer y prevenir estas violaciones”. Expuso la inquietud de México por la gran entrada ilegal de armamento al país, al que mencionó ingresan anualmente de forma ilícita unas 200 mil armas de fuego procedentes de EU.
