Violencia de género, falta de paridad y dificultad para equilibrar el trabajo y la vida familiar son algunos de los flagelos que enfrentan las mujeres que se desempeñan en el Poder Judicial y que ven como desafíos, de cara a la próxima conformación de esta estructura del poder público.
En entrevista con La Razón, la presidenta de la Asociación Mexicana de Juzgadoras, María Emilia Molina de la Puente, describió sus experiencias personales con la violencia de género, tanto dentro como fuera del sistema judicial.
“El papel de la inclusión de las mujeres en cualquiera de los poderes es darle esta visión del 50 por ciento de la población a cualquier trabajo que se hace desde el Estado principalmente. Hablando en cuanto a funcionarios judiciales, pues es que la justicia tenga esta visión desde las mujeres porque históricamente lo que ha sucedido es que todas las decisiones que se toman, incluso aquellos asuntos que tienen que ver con derechos de las mujeres, se han resuelto a través de los hombres”, dijo.
Respecto a la violencia en contra de las mujeres, la también magistrada señaló haberla sufrido tanto dentro del Poder Judicial como en otras instancias.
“Yo creo que la violencia de género a veces hay quien dice que no la vive, pero porque no la ha identificado; hemos normalizado tanto la violencia de género que de pronto no nos damos cuenta de cosas tan obvias… En mi caso sí, sí he sufrido de diferentes tipos de violencia de género”.
Contó que “cuando llegué de juez a Guadalajara, el primer día yo estaba sentada en mi escritorio, mi puerta del privado estaba abierta, un privado donde decía mi nombre, que era la jueza de distrito. Se pusieron en la puerta dos abogados, hombres. Uno se asoma y voltea y le dice al otro: ‘No hay juez, está una mujer’; entonces, ésa es la reacción social a la que nos tenemos que enfrentar”.
- 486 juezas y magistradas perderán su trabajo con la reforma
Señaló que continúa el prejuicio de que, si un juez hombre pide algo, es porque es exigente, comprometido, sabe lo que hace y es un buen líder. Pero si una jueza pide lo mismo, es porque está loca, es histérica o es obsesiva.
Comentó que la violencia está en los diferentes sectores de la vida cotidiana, como el social, que al tener un puesto en el Poder Judicial, la cuestionan sobre “¿quién va a criar a tus hijos?”.
Refirió que ha sido objeto de comentarios sexistas por parte de abogados y colegas, y subrayó que las mujeres en el PJ experimentan violencia institucional, entre colegas e incluso en el ámbito familiar.
“Tenemos apenas el 30 por ciento (de mujeres en puestos de poder) antes de la reforma y bueno, lo cierto es que esta reforma pues destruye todo el mérito de las que ya habíamos llegado; es, por supuesto, regresiva en cuanto a acciones afirmativas y desconoce todo lo que habíamos hecho las mujeres de la judicatura sobre todas aquellas que ya habíamos llegado al puesto de decisión”, comentó Molina.
Al referirse al tema, de cara a la conmemoración del 8M, la vocera de los trabajadores del PJ, Patricia Aguayo Bernal, destacó la importancia de las mujeres en el Poder Judicial, en particular para garantizar la justicia para las mujeres que son víctimas de violencia.
Señaló que las mujeres son víctimas de diferentes violencias y contó que ella sufrió de acoso sexual.
“A mí me ocurrió algo de lo que me siento, y no debería, pero me siento avergonzada, porque yo sufrí una situación de hostigamiento sexual por parte de un magistrado federal, precisamente ahí en el tribunal donde yo laboraba en San Lázaro, un magistrado al que tuve que tomar mucha fuerza y mucha entereza, mucha decisión y mucha valentía para demandarlo.
“Esto ocurrió aproximadamente en el año 2009. En aquel entonces era sumamente complicado que una mujer se atreviera a acusar a su jefe o a un magistrado o a un juez. Era prácticamente un pecado capital. Que alguien se atreviera a hacer algo. Yo lo denuncié. Se llevó todo un procedimiento de investigación. Yo fui a solicitar la representación del sindicato. El sindicato no me quería representar. Tuve prácticamente que llevarles todos los elementos de prueba”, recordó.
Aguayo Bernal expresó su preocupación por el impacto de las recientes reformas sobre las mujeres en el Poder Judicial, pues puso el acento en el despido de mujeres y la incertidumbre en torno a la implementación de la paridad de género.
Por su parte la jueza de distrito Mar D. Padilla describió los desafíos que enfrentan las mujeres para avanzar a puestos de liderazgo, incluida la doble carga de trabajo y responsabilidades de cuidado, así como la prevalencia de microagresiones y sexismo.
“Lamentablemente, hay cierto sector, hay que reconocerlo, en este sistema patriarcal y en este sistema liderado por hombres, pues que también se da el acoso, que también se da el intercambio de lugares a través de estas prácticas machistas, pero son los menos en realidad”, afirmó la juzgadora.
Asimismo, expresó preocupación por la reciente reforma judicial, argumentando que ha llevado a la eliminación de juezas y magistradas experimentadas, reemplazándolas por mujeres menos experimentadas que pueden ser más susceptibles a la influencia política.
“Aproximadamente 486 mujeres juezas y magistradas que, pues fuimos destituidas, y que a partir de septiembre de 2025 ya no estaremos en nuestro puesto y eso es a nivel federal. A nivel local aproximadamente son mil 500 mujeres serán destituidas”, precisó.