La coordinadora del programa de Competencia y Regulación de México Evalúa, Ana Lilia Moreno, expresó su preocupación por los efectos a corto plazo de la depreciación del peso, la reducción de las exportaciones a Estados Unidos y el aumento de desempleo si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impone aranceles al país.
“En el corto plazo, lo más probable es que se deprecie el tipo de cambio y eso, pues, implique un aumento en los costos de las deudas que estén denominadas en dólares y, por supuesto, una contracción importante en materia de exportaciones de México a Estados Unidos y sobre todo en localidades que dependen mucho de estas exportaciones y en el mediano plazo, no sé si pensamos un mes o dos, dependiendo de cuánto vaya a durar la política arancelaria impuesta, desafortunadamente sí veríamos implicaciones en términos de empleo”, dijo a La Razón.
Indicó que la medida, si se aplica, afectará directamente a las familias mexicanas, ya que al aumentar el desempleo también lo hacen las deudas que estas puedan tener, que a la vez impacta en la economía general mexicana.
- 14 tratados con 50 países tiene nuestro país
“Esto tiene un efecto en cadena porque afecta los pagos de los compromisos de las familias, incluyendo los pagos de sus créditos hipotecarios, pagos de tarjetas de crédito, pagos de deudas en general y entonces esto tiene un efecto en cadena recesivo para el país”, señaló.
Explicó que el 80 por ciento de las ventas al extranjero de México son a Estados Unidos, por lo que las economías están sumamente conectadas y políticas como los aranceles generan de inmediato desempleo.
“Este cambio en la política arancelaria nos está dando muchas señales. Las principales, pues, son que no podemos confiar en Estados Unidos como nuestro único destino y esto es como a bote pronto. En un principio con la amenaza de 25 por ciento de tarifas o aranceles generales, pues nos manda esta señal”, apuntó.
Recordó que todavía está vigente el Tratado de Libre Comercio y que México cuenta con una posición geográfica y políticas públicas que pueden impulsar la inversión del país.
“Una de ellas pues es la parte impositiva, o sea, que la Secretaría de Hacienda ofreciera a los inversionistas esquemas fiscales atractivos para que consideren quedarse en México. La otra es diversificar también nuestras exportaciones a otros países aprovechando que tenemos 14 tratados con 50 países, o sea, somos una de las economías más abiertas del mundo entonces, mantener nuestra exposición de apertura y generar comercio con otros destinos, eso sería muy bueno y en términos regulatorios”.
“Desde México Evalúa observamos que hay mucho que hacer en mejorar las regulaciones internas, tanto sectoriales como locales, a niveles estatales y municipales, para que las empresas puedan establecerse y puedan gozar de una simplificación administrativa que les dé agilidad para poderse instalar y contratar personas mexicanas”, expuso.
Asimismo, dijo que México cuenta con salarios competitivos por lo que tiene ventaja y que el esquema tarifario no quiere decir que nuestro país deje de ser opción para invertir. “Seguiremos siendo una opción, solo que se van a ajustar los costos”.
