Hay quienes piensan que no se justifica la actitud de la CNTE, al mantener su plantón afuera de Palacio Nacional y sus movilizaciones, a pesar de la apertura al diálogo que mantiene el Gobierno federal. Al gesto de la Presidenta Claudia Sheinbaum de promover un aumento salarial de 10 por ciento —más del doble de la inflación— y ampliar las vacaciones para el magisterio, los maestros disidentes respondieron con bloqueos a vialidades, que provocaron severos problemas en la movilidad durante al menos cinco horas en la zona centro de la Ciudad de México. Por cierto, los líderes de la CNTE advirtieron que continuará la “huelga nacional”, pero nadie ha dicho cuántas escuelas del país están en paro. Es probable, nos dicen, que los inconformes no hayan presumido sus cifras, como sí lo han hecho en otras ocasiones, conscientes de que quienes han dejado de laborar son muy pocos, como para que al movimiento se le pueda dar un carácter nacional. Veremos qué sigue.

