Quien difícilmente podrá entregar buenas cuentas es el gobernador de Baja California Sur, Víctor Manuel Castro Cosío. Resulta que en el primer semestre de este año, las desapariciones casi se triplicaron, pues alcanzaron la cifra de 176, cuando en el mismo lapso del año pasado hubo 28. Y eso, con base en las cifras oficiales, pues los colectivos de búsqueda sostienen que la incidencia de este fenómeno es mayor, según los registros alternos. La desaparición forzada va de la mano del hallazgo de fosas clandestinas, un flagelo en el que la entidad presenta alza de 23 por ciento en la primera mitad del mandato de Castro Cosío. La mayor cantidad de desapariciones se presenta no en la capital, La Paz, sino en Los Cabos, lo que parece confirmar que el delito está asociado con la actividad del crimen organizado en ese centro turístico. Antes, nos recuerdan, casi nunca se hablaba de Baja California Sur. Ahora se habla cada vez más, pero para mal. Uf.