Contundente, nos hacen ver, la respuesta de la Presidenta Claudia Sheinbaum a las declaraciones de Jeffrey Litchman, abogado de Ovidio Guzmán. Y es que el litigante hizo señalamientos sin sustento, en el contexto de la audiencia durante la cual su cliente se declaró culpable, como parte de un acuerdo para que sea reducida su pena. La jefa del Ejecutivo federal no lo dejó pasar y, desde Sinaloa, dejó claro que el abogado del narcotraficante vulneró su investidura y que su gobierno no establece “relaciones de contubernio ni complicidad” con nadie. Igual fue la respuesta de la Fiscalía General de la República, misma que lanzó un reto, al decir que la institución está abierta a recibir denuncias sobre posibles delitos cometidos en México. La pregunta es si Litchman le tomará la palabra, o si permanecerá en la idea de frontalizar desde Estados Unidos, a través de las redes sociales y algunos medios. Veremos.

