Al menos tres cárteles de la droga han tomado el control del contrabando de ganado que ingresa por Chiapas, Tabasco y Quintana Roo en la frontera sur del país, que significa el ingreso promedio de más de dos mil cabezas diarias sin controles sanitarios, las cuales representan el factor principal detrás del brote del gusano barrenador.
En la frontera sur de México, el mercado negro de los aretes de identificación para ganado permite que miles de reses ingresen en forma ilegal al país cada año, principalmente desde Centroamérica, disfrazadas con dispositivos falsificados o reutilizados del Sistema Nacional de Identificación Individual de Ganado (Siniiga).
El estudio “Estrategias y retos frente al resurgimiento del gusano barrenador del ganado”, elaborado por el Centro de Estudios Gilberto Bosques del Senado, advierte que el contrabando de reses infectadas sin controles sanitarios, que de acuerdo con especialistas consultados por La Razón, está ahora en manos de cárteles del narcotráfico, es el factor clave detrás del brote del gusano barrenador.

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- El Dato: La Secretaría de Salud reportó, hasta el lunes, 30 casos de miasis en humanos por gusano barrenador, de los cuales 28 se ubican en Chiapas y dos en Campeche.
Estos aretes, que oficialmente cuestan unos 50 pesos, se venden en la ilegalidad entre 400 y 700 pesos, lo que ha generado una economía paralela de hasta 360 millones de pesos anuales.
De acuerdo con el estudio, elaborado por Carolina Robles, la plaga del gusano barrenador fue erradicada en México hace más de dos décadas; sin embargo, ha reaparecido en siete estados del sur del país.
“Fuentes del sector ganadero aseguran que el ganado que cruza de manera ilegal por la frontera sur de México generalmente se destina al consumo interno, y no es común que estos animales lleguen a Estados Unidos. Sin embargo, esta práctica sigue representando un riesgo para la sanidad animal y la economía local debido a la falta de controles adecuados”, señala el estudio.
Juan Carlos Anaya, experto en temas del campo, aseguró que la frontera sur de México es “porosa”, pues “por ahí entra de todo: ganado, mercancías e incluso personas. Y en el caso del ganado, lo que ocurre es que una vez que cruza la frontera, le colocan papeles, guías y aretes para hacerlo pasar como nacional”.
En entrevista con La Razón, el especialista estimó que cada año ingresan entre 700 y 800 mil cabezas de ganado por vías ilegales, particularmente a través de Chiapas y Tabasco, provenientes de Guatemala, Honduras y Nicaragua; esto es, dos mil 192 diariamente.
David Saucedo, experto en seguridad, advirtió que los cárteles que operan en Chiapas, Tabasco y Quintana Roo han desplazado a las mafias independientes que antes traficaban animales centroamericanos, y ahora manejan directamente el paso de reses provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador.
“El contrabando de ganado en la frontera sur ya no lo manejan pequeños grupos independientes; ahora lo controlan directamente los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG), de Sinaloa (CDS) y el de Chiapas-Guatemala (CCyG)”, alertó.
Indicó que “la táctica que utilizan es obtener la certificación sanitaria sin que el ganado haya pasado por los controles. Es un ganado que no tiene baño, pero que pasa como si fuera mexicano”.
En cuanto al territorio, expresó, “Tapachula es el punto más visible, pero los cruces ocurren a lo largo de todo el río Suchiate. El ganado entra caminando, en lanchas, sin vigilancia. Es una frontera completamente porosa”.
Sobre la persecución al tráfico de ganado, Saucedo comentó que este delito es “tolerado” al no generar violencia visible: “No hay balaceras, no hay muertos. Es como la tala ilegal o el tráfico de madera. Todos saben que existe, pero nadie actúa”.
Datos oficiales incluidos en el estudio del Senado establecen que entre noviembre del 2024 y junio del 2025 se han confirmado más de mil 900 casos de gusano barrenador en siete estados del sur de México, especialmente en Chiapas, Tabasco y Campeche, aunque también se han registrado casos en menor medida en Quintana Roo, Yucatán, Oaxaca y Veracruz.
Las consecuencias económicas ya son perceptibles, pues en 2024 México exportó 1.27 millones de cabezas de ganado en pie a Estados Unidos, con un valor de mil 300 millones de dólares. Pero en los primeros cuatro meses del 2025, las exportaciones se desplomaron 60 por ciento, debido a restricciones impuestas por autoridades estadounidenses ante el riesgo sanitario.
Ganaderos de estados como Sonora y Chihuahua, que movilizan miles de animales al día, reportan pérdidas diarias superiores a 11 millones de dólares.
En Yucatán, la situación ya tiene consecuencias palpables. Guillermo Cauich, dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) en la entidad, alertó sobre las afectaciones que esta plaga está generando entre los productores locales. Municipios como Panabá, Tzucacab, Espita, Halachó, Maxcanú y Motul han reportado casos de infestación que impactan directamente la productividad y salud del hato.
“La presencia del gusano barrenador provoca lesiones graves en los animales, reduce su valor comercial y su capacidad productiva, y puede incluso provocar su muerte si no se trata a tiempo. Esto representa una amenaza para la economía local, sobre todo en regiones donde la ganadería es una actividad clave”, advirtió Cauich.
Expertos del Consejo Nacional Agropecuario (CNA) y del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) urgieron a reforzar la vigilancia fronteriza, invertir en la liberación de moscas estériles –una técnica efectiva para controlar la plaga– y establecer criterios regionales para mantener abierta la exportación.
El estudio del Senado concluyó que el control del contrabando de ganado en la frontera sur es clave para frenar el avance del gusano barrenador, y advirtió que, de no actuar con contundencia, México podría perder su estatus zoosanitario y, con ello, su posición privilegiada como exportador de ganado vivo a Estados Unidos.
Crían millones de moscas estériles para detener al gusano barrenador
Por Staff Infografía
Ante los constantes brotes del gusano barrenador en México, Estados Unidos activa un plan de emergencia: lanzar miles de millones de moscas estériles para que, al aparearse con hembras silvestres, impidan que nazca la siguiente generación.
Éstas son liberadas desde aviones en zonas estratégicas para frenar la expansión de la plaga. Desde noviembre de 2024 hasta junio de 2025, México ha registrado 2 mil 095 casos confirmados de gusano barrenador en animales, con 281 aún activos.
Este brote ha provocado repercusiones económicas, incluyendo restricciones temporales a las exportaciones de ganado mexicano hacia Estados Unidos.

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Gráficos | Armando Armenta, Roberto Alvarado y Julio Loyola

