Complicaciones en el aprendizaje matemático y en las habilidades de lectoescritura, además de consecuencias arrastradas de generaciones que iniciaron su formación académica durante la pandemia, muestran que los problemas que se advertían al inicio del nuevo modelo educativo planteado a finales del sexenio anterior, hoy son un escenario aún pendiente de resolver en las aulas, a dos años de implementado el nuevo esquema de enseñanza.
La integrante del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) Alma Maldonado consideró que ya comienzan a verse los “efectos” del plan echado a andar al final del sexenio pasado, pero a pesar del tiempo que ha transcurrido, persiste falta de información por parte de las autoridades oficiales sobre cuál es la evaluación que éstas mismas tienen.
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“Yo creo que estamos viendo efectos de esta prisa y de esta aplicación tan al vapor que se hizo del nuevo modelo, de los libros de texto, porque cambiar un modelo no se hace de la noche a la mañana. Necesitamos más datos, más información de cuál ha sido el impacto en las escuelas. Todo lo que tenemos básicamente es en un plano anecdótico”, dijo.
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En una consulta hecha por La Razón a maestras y maestros, las voces coinciden en que, a pesar de que este cambio al sistema de enseñanza trajo ventajas para el desarrollo y reconocimiento social de los estudiantes en el nivel básico, ahora que ya ha pasado saltan a la luz las complicaciones en áreas fundamentales de la educación, como son la lectura y el dominio matemático.
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A esto se suman otros “problemas” que devienen de la pandemia de Covid-19, debido a que en los años de su impacto las y los pequeños que pasaron sus primeros años de vida en confinamiento ahora llegan a los primeros grados del sistema de enseñanza en primaria con problemas de motricidad, socialización y capacidad de atención, lo cual además asocian con la dependencia que muchos alumnos de las generaciones recientes tienen de los dispositivos electrónicos, como celulares y tabletas.
Naomi tiene menos de una década ejerciendo la carrera como maestra en los primeros años de primaria.
Una de las observaciones que destaca en su plantel en el Estado de México es que nota problemas de atención y movilidad entre sus alumnos, lo cual atribuye a que quienes llegaron en este ciclo corresponden a los niños que crecieron durante la emergencia sanitaria y, por lo tanto, no acudieron presencialmente a preescolar para aprender a manipular materiales como papel, a sujetar un lápiz o motivar su movilidad, ya que el escenario común durante esa época era que tenían que permanecer en casa, sin convivir con más personas y, preponderantemente, con un dispositivo móvil en mano.
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“De por sí ya veíamos venir que al ser niños que todo el tiempo estuvieron en casa y que no fomentaron su convivencia, ya serían temas por trabajar con ellos, pero a esto hay que sumarle las nuevas tareas y responsabilidades que se han tenido con el nuevo modelo educativo.
“No es que éste nos impida ayudar a los niños para que se fortalezca lo que les hizo falta en su formación preescolar por la pandemia, sino que más bien termina por ser un cúmulo de responsabilidades en donde tenemos que buscar responder a lo urgente y esto termina por quitar tiempo para otras actividades que de por sí ya nos preocupan a los maestros de primaria, como lo son reforzar las matemáticas y la lectura, porque sabemos que no andamos bien”, declaró.
Jesús ha sido en el último lustro maestro en diversos grados de primaria y algo que advierte es una mayor necesidad de reforzar contenidos básicos que, en su consideración, han sido históricamente “un problema”, como son las matemáticas.
El docente mencionó que a pesar de que cumplen con lo que mandata el nuevo modelo de enseñanza, han terminado por “rescatar” la forma en que antes se enseñaba, de manera que, por ejemplo, en contenidos de matemáticas, él ha optado por basarse en los libros que hasta hace unos años eran los que se distribuían, con el fin de que sus alumnos no lleguen con “peores niveles” a la secundaria.
En este contexto, Alma Maldonado remarcó que ve necesaria la existencia de organismos como fue la extinta Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), con el que se habría podido tener un análisis sobre los resultados de este nuevo modelo.
Antes de ser eliminada por medio de una reforma, esta comisión elaboró un estudio al respecto, cuyo contenido no es público, pues los resultados únicamente fueron entregados a la Secretaría de Educación Pública (SEP) bajo un acuerdo de confidencialidad.
En otro punto, advirtió que un área en la que es necesaria una atención urgente es la corrección de los libros, que hasta este último ciclo aún fueron entregados con errores señalados al inicio de su implementación.
Pero más allá de los errores encontrados, lo que dijo que genera más alarma es el descuido que se vio en estos materiales, por los contenidos básicos como matemáticas, lo cual se conjuga con falta de acompañamiento a los docentes, que debe darse más allá de las reuniones mensuales que se tienen.
“Ése sería todo el gran objetivo: mejorar los aprendizajes, formar mejor a los niños y las niñas y, bueno, con todo lo que vamos arrastrando de la pandemia más este cambio… Este modelo requeriría con seriedad una revisión urgente por personas que saben, por expertos en las áreas educativas, por ir viendo, además, las afectaciones en cada tipo y nivel educativo”, recalcó.
Mexicanos Primero advierte “emergencia educativa” en el país
› Por Yulia Bonilla
Al advertir una falta de inversión en la docencia, inconformidades magisteriales que no cesan, inconvenientes de inseguridad en las escuelas y lejanía para atender los problemas de fondo, la presidenta de la organización Mexicanos Primero, Patricia Vázquez, aseguró que México atraviesa por una “emergencia educativa” en la que se arrastran consecuencias de la pandemia, conjugadas con los retos que se enfrentan con el nuevo modelo educativo y cuya evaluación sobre su funcionamiento aún no se ha puesto sobre la mesa.
En entrevista en Al Mediodía con Solórzano, que se transmite en las plataformas digitales de La Razón, Patricia Vázquez aseguró que, a dos años de estar vigente el nuevo modelo de enseñanza que se implementó al final del sexenio anterior, el saldo que se tiene es negativo.
“El saldo al cierre de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador fue negativo, sobre todo porque no logramos salir adelante de toda la crisis que ocasionó la pandemia en el sistema educativo”, señaló.
Comentó que hubo países donde, independientemente de la crisis sanitaria y de salud que significó la pandemia para todo el mundo, sí se puso toda la energía prioritariamente en sus sistemas educativos, cosa que no sucedió para México.
La activista insistió: “Estamos en una situación de emergencia en el sistema educativo. Hoy hay un poco más de sensibilidad en el tema con el Gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum, se ve con los programas que se han implementado, pero necesitamos meter el acelerador”.
En materia de seguridad, expuso que Mexicanos Primero estima la presentación de, al menos, tres mil denuncias por robos en las escuelas, donde, además, ya se registran actos de vandalismo que terminan por perjudicar las instalaciones a las que acuden las y los docentes y estudiantes, quienes terminan por ver perjudicado su desempeño dentro de estos espacios educativos.
Al exponer un balance sobre lo que se ha hecho en el sexenio en curso, opinó que el Gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo ahora ha tenido que “recoger los daños materiales”. No obstante, señaló que ve acciones más contundentes para dar preponderancia a la educación dentro de su agenda, por medio de modificaciones para la mejora en ciertos niveles, como el medio superior, además de la inversión en becas. Sin embargo, advirtió que aún no se ha ido al fondo del problema, que es la falta de garantía sobre los aprendizajes, lo que mantiene al país en deuda.
A lo anterior, Patricia Vázquez sumó la falta en inversión docente, al señalar que los 100 pesos en promedio que se dedican para la formación de cada maestro en el país, resultan insuficientes.
En ese contexto, hizo un llamado a los diputados federales a que asuman su responsabilidad en esta materia, ahora que en las próximas semanas recibirán para su discusión y votación el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2026.
“En nuestro rol como sociedad civil, como ciudadanas y ciudadanos, hemos visto que, cuando hay una apuesta en la educación, hay una mejora en la calidad de vida, hay una mejora en la convivencia de las personas, se reducen significativamente los índices de violencia. Estamos convencidos de que hay que invertirle y nos falta, para la inversión, mucho”, dijo.
Añadió que, una de las expectativas, ahora que la mandataria federal se denominó como “la Presidenta de la educación pública”, es que se inicien orientaciones más claras, para que en el siguiente ciclo escolar haya una mejor evaluación y eficiencia educativa.
La presidenta de Mexicanos Primero enfatizó que el reto no sólo es respecto a las acciones dentro del aula y el modelo de enseñanza, sino también a la atención docente, tras advertir que se prevé la continuidad de los movimientos magisteriales, como los paros, que también han afectado a la educación.
En conclusión, comentó que se requerirá de un mejor acompañamiento a los docentes, sobre todo en cuanto a la mejora de los contenidos de matemáticas y lectoescritura pero, sobre todo, también realizar una evaluación para conocer cómo ha funcionado el nuevo modelo educativo que fue implementado desde hace dos años.
