Mal haría, nos comentan, quien intentara regatear la contundencia del golpe a la mafia de extorsionadores que tenía bajo su control la actividad económica en el sur del Estado de México. El Operativo Liberación, realizado el lunes en 14 municipios, en alineación con una directriz que viene de la Presidenta Sheinbaum, arrojó como resultado la detención de ocho integrantes de La Familia Michoacana, pero, sobre todo, el desmantelamiento de toda una red que controlaba todo tipo de negocios, incluidos los de venta de alimentos básicos y hasta los rastros. Sólo con una acción conjunta, entre autoridades del Estado de México, entidad que gobierna Delfina Gómez, y federales, era posible romper ese esquema delictivo, que tenía un funcionamiento incluso empresarial. Entre los detenidos hay una regidora en funciones. Otro cayó en Quintana Roo, prueba de que no había escondite seguro.

