Así que en Veracruz, estado gobernado por la morenista Rocío Nahle, se vive una crisis por el repunte de la violencia en las últimas semanas. Ayer fueron arrojados restos humanos en la carretera Poza Rica-Cazones, en el municipio de Papantla. Y menos de 48 horas antes se registró una riña en el penal de Tuxpan, con saldo de ocho internos muertos. Estos eventos se presentaron cuando aún no se termina de digerir el secuestro y muerte de la profesora jubilada y taxista Irma Hernández Cruz, debido a que se negó a pagar el derecho de piso. En este contexto de violencia, ayer arribaron a Coatzacoalcos 300 elementos del Ejército y la Guardia Nacional para reforzar la seguridad en la zona sur, azotada, a decir de comerciantes, por las extorsiones. El despliegue militar, nos dicen, demuestra la disposición de la Federación por colaborar para superar la crisis. Ahora lo deseable es que la administración estatal haga lo que le corresponde. Veremos.

