Así como están y como pintan las cosas en el Congreso, hay quien mejor ha preferido mirar los toros desde la barrera. Al menos así interpretan quienes conocen de asuntos legislativos y parlamentarios el hecho de que el panista Mauricio Vila solicitara no una licencia sino, a juzgar por el tiempo —del 29 de agosto al 15 de diciembre— una licenciota a su senaduría. El exgobernador de Yucatán informó que se va a estudiar la maestría en Administración Pública a la Harvard Kennedy School “con la convicción de que esta experiencia me permitirá servir con mayor capacidad a México y a Yucatán”, ha escrito en las benditas redes… “Durante esta maestría pretendo mejorar mis conocimientos en áreas clave como inteligencia artificial, ciberseguridad, desigualdad, economía, negociación y relaciones internacionales…”, agregó. Bien por Vila, nos comentan, porque aquí la oposición va a tener un previsiblemente sufrido periodo de sesiones. Uf.

