El senador Saúl Monreal dejó abierta la posibilidad de acudir a Juicio para la Protección de los Derechos Político-Electorales del Ciudadano (JDC) en caso de que se le niegue la candidatura al Gobierno de Zacatecas, pues dijo “todavía nada está escrito” en los procesos internos de Morena.
Subrayó que la reforma constitucional en materia de nepotismo —que él mismo votó en el Senado— entrará en vigor hasta el 2030, por lo que su eventual candidatura no debería estar condicionada. Al mismo tiempo, aclaró que mantiene amistad con figuras de otros partidos, aunque sin invitaciones formales, y reiteró que competirá desde las filas de Morena.
- El Dato: antes del informe de la Presidenta en Zacatecas, Saúl Monreal publicó que se reunió con su hermano Ricardo y reiteraron su deber por la transformación de México.
“Soy abogado, soy catedrático y doy clases de derecho constitucional. La Constitución es muy clara: se tendrá que aplicar el nepotismo hasta el 2030. Entonces, faltan muchas cosas; por eso, a lo mejor va Morena a tener que resolver o el tribunal muchos JDC; es decir, muchos juicios de derecho ciudadano porque es un derecho universal”, explicó a La Razón.

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Al cuestionarlo si alista este recurso próximamente, aseguró: “Vamos a esperar, porque no sé qué diga la convocatoria (de Morena), no sé si vaya junto con los tres partidos, no sé si haya procesos internos en los partidos o se espere a un convenio de coalición. Entonces, va a depender de las dirigencias nacionales o locales respecto al proceso”.
Monreal Ávila aseguró que, más allá de los señalamientos, su trayectoria política lo respalda, aunque admitió “En este caso, pues desafortunadamente yo tengo un hermano gobernador y ese hecho pues a mí me está limitando mi aspiración”.
Frente a ello, defendió su derecho a participar “Una cosa del nepotismo es cuando uno es familiar y ponen a otro familiar por el simple hecho de ser familiar. En mi caso no, me avalan 27 años de trayectoria. He sido presidente municipal en dos ocasiones, diputado local, dirigente de partido; también he sido candidato y he perdido. La gente tiene muy acreditada mi participación activa en la política en Zacatecas”, subrayó.
El senador morenista reconoció que, aunque hoy encabeza las encuestas, respetará la voluntad ciudadana. “Claro, sigue mi aspiración, como siempre la he tenido. Si el pueblo de Zacatecas dice no, pues no. Ahorita yo soy quien encabeza las encuestas; a lo mejor en un año ya no las encabezo, y también sabré dejar el espacio o declinar mi aspiración porque no es el momento. No soy un ambicioso vulgar, por eso digo que lo que sí no se vale es que, en este momento, a casi dos años de la elección, quieran descalificar al puntero y, en el caso de su servidor, a Saúl Monreal”, enfatizó.
Sobre posibles acercamientos con otras fuerzas políticas, el legislador aclaró que tiene amigos en Movimiento Ciudadano, donde incluso fue dirigente, pero rechazó negociaciones actuales.
“No está descartada, pero no he recibido alguna invitación formal. Tengo amigos en todos los partidos políticos, pero yo voy a seguir luchando desde Morena y voy a dar la pelea en Morena porque me costó. Fui fundador de Morena. Nuestra líder nacional está promoviendo la unidad de Morena a nivel nacional y acá en el estado hay actitudes facciosas, excluyentes, beligerantes, y eso abona a la división”.
Descartó que su relación con sus hermanos —Ricardo, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en la Cámara de Diputados, y David, gobernador de Zacatecas— esté fracturada y, en cambio, dirigió sus señalamientos en contra de Morena en el estado.
Aunque evitó señalar a algún grupo, insistió: “El problema no era contra mis hermanos, fue derivado de una campaña negra, fascista, sectaria del comité estatal de Morena. Eso fue lo real. Nuestra relación como hermanos queda intacta. Yo les dije: el problema no es con ustedes”.
El senador aseguró que seguirá en calma y trabajando mientras se clarifica el escenario rumbo al 2027. “Yo le voy a tomar la palabra a Ricardo. Me decía: ‘serénate’. Yo estoy sereno. Esto es con calma, vamos a continuar, vamos a seguir trabajando. Voy a seguir recorriendo los municipios, voy a seguir trabajando en el Senado de la República, voy a continuar en Morena y voy a seguir fortaleciendo el proyecto de nuestra Presidenta”, expresó.
Confiado en que las definiciones llegarán en su momento, Saúl insistió en que su nombre estará en la boleta si así lo decide la gente y el partido: “Todavía nada está escrito y, en política, menos”, concluyó.
Advierten desgaste de dinastías locales
› Por Ulises Soriano
La intención del senador Saúl Monreal de convertirse en el tercer gobernador de su familia ha detonado un debate en Zacatecas sobre los límites del poder político heredado y el desgaste que enfrentan las llamadas dinastías locales.
Especialistas en ciencia política consultados por La Razón señalaron que, más allá de la confrontación pública, se trata de una lucha por mantener una estructura de poder que los Monreal han consolidado por décadas en la entidad.
El profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, Yair Mendoza, afirmó que la maniobra de Saúl Monreal no es menor: “Lo que está haciendo es levantar la mano, aunque diga que no. Con ese video busca dejar claro que él también tiene aspiraciones y evitar que otro grupo avance sin su presencia en la contienda interna”.
Según el académico, la apuesta del senador responde a la necesidad de preservar la influencia de su familia: “La verdad es que Monreal está cuidando sus propios intereses y los de la familia. Entendemos que es un gran linaje, con pleitos entre hermanos, pero no hay razón para dejar de lado una entidad que han gobernado por años”.
Mendoza subrayó que la familia Monreal es un grupo político con amplia capacidad de operación, y aseguró que “no es sencillo mantener el control de un estado por tres generaciones. Se requiere de una enorme habilidad política, entendida como la capacidad de negociar y pactar acuerdos que aseguren la continuidad. Eso han hecho los Monreal”, apuntó.
Por su parte, el politólogo Antulio Ontiveros recordó que las dinastías políticas no son nuevas en México. “Esto me remitió al caso de Manuel Ávila Camacho y su hermano Maximino. Las dinastías en el poder han existido y seguirán existiendo”, explicó.
El especialista dijo que la reciente reforma contra el nepotismo abrió un espacio legal que, aunque limita a familiares de gobernantes, no representa una prohibición absoluta. “No hay una restricción completa; se genera un tiempo de inhabilitación para parientes cercanos, pero no es una veda definitiva”, expuso.
En su análisis, Ontiveros resaltó que la aspiración de Saúl no puede entenderse solo en términos individuales, sino como expresión de intereses colectivos. “No estamos hablando únicamente de una persona. Él encabeza a un grupo que lo impulsa y que busca mantener presencia en el gobierno del estado”, explicó.
Sobre la viabilidad política de la candidatura, Ontiveros consideró que el contexto juega en contra: “Los Monreal han sido gobernadores dos veces y no han entregado resultados que garanticen continuidad. Zacatecas vive una crisis de inseguridad, una sequía prolongada y es uno de los principales exportadores de migrantes. Esas condiciones desgastan a cualquier apellido”.
Mendoza coincidió en que la disputa trasciende a la familia: “En Zacatecas hay un tiro interno por quién se queda con la entidad. Ahora que Saúl levantó la mano, hay una rivalidad de intereses dentro del partido que buscará convencer al mayor número de voluntades”.
Para Ontiveros, lo que ocurre en Zacatecas es reflejo de un fenómeno mayor: “El sistema político mexicano está cambiando, pero sigue permitiendo que estas dinastías se reproduzcan. No estamos frente a una ruptura en Morena, sino a un reacomodo de fuerzas que veremos también en otros estados”.

