Nos adelantan que en breve se definirá quiénes son legalmente los dirigentes del PRD en la Ciudad de México, un muy disminuido instituto político cuyo control se disputan dos grupos, uno encabezado por Jesús Zambrano y otro por la diputada local Nora Arias. Tras perder el registro a nivel nacional, el sol azteca quedó fragmentado en 13 partidos locales, en igual número de entidades federativas. Pero sólo en la capital se mantiene la pugna por lo que quedó del partido que, aunque es sólo prácticamente el cascarón de lo que en otros tiempos fue, representa poder político, captación de recursos vía prerrogativas y la posesión y usufructo de varios inmuebles. A este pleito no es ajeno el diputado federal de Morena, Víctor Hugo Lobo quien, pese a pertenecer ya a otro partido, opera para que el grupo de Zambrano le quite al de Arias los restos del PRD capitalino. El asunto es relevante, pues ya se acerca un nuevo proceso electoral. Pendientes.

