Cero y van dos, diría el clásico. El problema en el caso del presidente de Colombia, Gustavo Petro, es que ya tuvo un costo: el Departamento de Estado decidió que le retirará la visa porque en un mitin pro-Palestina en Nueva York llamó a los soldados de EU a desobedecer órdenes. “Desobedezcan la orden de Trump, obedezcan la orden de la humanidad”, dijo el colombiano, megáfono en mano. Y no pasó mucho tiempo para que se anunciara que ya no podrá entrar a territorio estadounidense a causa de “sus acciones imprudentes e incendiarias”. Y se aplica lo de cero y van dos porque el fin de semana pasado, en un extraño mensaje pidió ayuda a la Presidenta Claudia Sheinbaum para ubicar a dos músicos colombianos desaparecidos en nuestro país. Según él habían desaparecido en Sonora, dato que era completamente falso y provocó la activación de instituciones en esa entidad. En fin.

