La presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo Juárez, aprovechó el conversatorio “Beijing+30: igualdad, desarrollo y paz” para recordar que desde 1998 impulsó una propuesta de lenguaje incluyente en el Congreso y adelantó que retomará la idea de modificar la denominación de las cámaras legislativas.
Su planteamiento es que se nombren formalmente Cámara de Diputadas y Diputados, así como Cámara de Senadoras y Senadores, en reconocimiento a la participación creciente de las mujeres en la vida política.
Durante su intervención, Castillo rememoró que aquella iniciativa, presentada hace más de dos décadas, fue objeto de críticas y burlas. La legisladora morenista defendió que la propuesta se inscribe en la lucha por visibilizar a las mujeres en todos los espacios de representación.

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“Lo que no se nombra no existe, y nosotras claro que existimos”, enfatizó. En ese sentido, convocó a las senadoras presentes a acompañar la iniciativa, subrayando que el cambio no es meramente simbólico, sino una manera de reafirmar la igualdad de género en las instituciones parlamentarias.
Castillo, también reconoció la trascendencia de la participación femenina en la política nacional y afirmó que la sororidad es un factor clave para consolidar los avances en igualdad. “Si no nos solidarizamos entre nosotras, realmente no podemos avanzar con las conquistas que han sido fruto de la lucha de los últimos 30 años”, expresó.
Hizo un repaso de hitos como la paridad constitucional, que coloca a México como referente internacional, y llamó a mantener la visibilización de las mujeres en todos los espacios, incluido el legislativo, como parte de la construcción de una representación equitativa.
A su vez, Moni Pizani Orsini, representante de ONU Mujeres en México, señaló que Beijing +30 no sólo conmemora tres décadas de avances, sino que representa un punto de arranque para profundizar la igualdad sustantiva. Resaltó las reformas legales impulsadas en el país, las políticas contra la violencia de género y la creación de instituciones especializadas como la Secretaría de las Mujeres, además de programas innovadores como los centros libres de violencia y la línea 079.
Advirtió, sin embargo, que estos compromisos sólo se materializan con recursos, políticas públicas cercanas a los territorios y mecanismos claros de evaluación. “Este conversatorio no sea sólo memoria, sino promesa viva, promesa de un país donde nacer mujer no significa enfrentar barreras, sino abrir caminos”, enfatizó.
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MSL

