No pocas cejas se levantaron ayer con el anuncio que hizo Grupo México, de Germán Larrea, de una oferta para adquirir el 100 por ciento de Banamex. Es sabido que el empresario, considerado el segundo hombre más rico del país, ya había tenido en la mira la adquisición de esa institución bancaria en el sexenio pasado, aunque finalmente no la concretó, en parte por la relación ríspida y tirante que tuvo con el gobierno del entonces presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien tomó decisiones en materias ferroviaria y minera que afectaron a las empresas de Larrea. Entre ellas, nos recuerdan, la expropiación de un tramo de 120 kilómetros de Ferrosur. Pero el gobierno de AMLO concluyó y ayer Larrea dio cuenta de que su interés por Banamex está intacto. No ha pasado desapercibido que en su propuesta de compra, aun sin presentarse de manera formal, para muchos hay un mensaje al exmandatario. Vueltas que da la vida.